La princesa Mako de Japón se casará a finales de octubre y perderá su título real

Parece ser que no sólo la realeza británica atraviesa por momentos mediáticos y de polémica. En las últimas semanas, la monarquía japonesa está en el ojo del huracán por el reciente anuncio del próximo matrimonio de la princesa Mako con Kei Komuro.

La pareja, que se conoció en la universidad, anunció su compromiso en 2017. Sin embargo, al año siguiente pospusieron la boda, diciendo que aún no estaban listos para casarse, “es por nuestra inmadurez y simplemente lo lamentamos», compartieron en un comunicado en el 2018.

Pero fue hasta el pasado lunes, que la agencia de la Casa Imperial, -que maneja la información de la familia real-, hizo el anuncio de la fecha de la “tan esperada boda” en una rueda de prensa.

“La princesa Mako de Japón contraerá matrimonio el próximo 26 de octubre por lo civil”.

Según la ley japonesa centenaria, el matrimonio entre un miembro de la realeza y un plebeyo requiere la renuncia a su estatus real, por lo que Mako, de 29 años y sobrina del emperador Naruhito, renunciará a su título y a la familia real tras su matrimonio.

Por esta misma razón, no se celebrará ninguna de las ceremonias que suelen acompañar a un matrimonio real, además, la aún princesa decidió rechazar la suma de 150 millones de yenes (1.16 millones de euros) que suele concederse a las mujeres de la familia imperial que contraen matrimonio y abandonan la institución, según han confirmado los medios de comunicación nipones.

El anuncio del compromiso de Mako y Komuro generó gran revuelo en Japón debido a que supondría una nueva baja de la Familia Imperial nipona, en continuo declive debido a la escasez de varones y a la mencionada normativa, y también debido a una supuesta disputa financiera que afectaba a la familia del prometido.

El matrimonio también representa que la joven princesa, sería la primera integrante femenina de familia en saltarse ambas tradiciones en el Japón de posguerra.

La pareja tendría previsto mudarse a Estados Unidos tras contraer matrimonio, un país donde Komuro cuenta con oportunidades laborales.

Ante la situación, la madre de Mako, ya se ha pronunciado al respecto, «Hay cosas en las que estamos de acuerdo y en desacuerdo, pero queremos decirles que creemos que es necesario y me gustaría respetar los sentimientos de mi hija mayor tanto como sea posible».

Asimismo, también se refirió a lo que pudiera pasar con su segunda hija, la princesa Kako de 26 años: «Me gustaría escuchar sus pensamientos con antelación y apreciar las conversaciones familiares».

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