Según el comunicado oficial, el objetivo era una reunión del Estado Mayor del grupo operativo Séversk, y el impacto resultó en la muerte de más de 60 militares ucranianos.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este lunes que sus fuerzas lanzaron un ataque con dos misiles balísticos Iskander-M contra un puesto de mando militar en la ciudad ucraniana de Sumy.
El ataque se llevó a cabo el domingo, en medio de un contraataque activo por parte de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que empleaban sistemas de guerra electrónica y defensa aérea de fabricación extranjera.
Según fuentes rusas, el lugar del impacto estaba ubicado en el centro de Sumy, una ciudad densamente poblada. Moscú acusó al gobierno ucraniano de utilizar a la población civil como escudo humano al colocar instalaciones militares en áreas urbanas.
Además del ataque en Sumy, las fuerzas rusas llevaron a cabo operaciones contra instalaciones militares ucranianas en otras regiones.
Según reportes oficiales, destruyeron talleres industriales, aeródromos militares y depósitos de armas, además de interceptar drones y proyectiles lanzados por Ucrania. En total, Ucrania habría perdido cerca de 1.290 efectivos en las últimas 24 horas.
Mientras tanto, los llamados internacionales para un alto al fuego parecen insuficientes frente a la escalada militar.
