Punto de Vista
Conocida popularmente -eso decían- como “La Torita”, Evelyn Salgado Pineda se convirtió en candidata “emergente” al gobierno de Guerrero, cuando el INE, el que sí aplicaba la Constitución y las leyes electorales, retiró el registro de su padre, Félix Salgado Macedonio, por no haber presentado en tiempo y forma el informe de gastos de la precampaña.
Por supuesto que ganó, aunque nadie se explica cómo le hizo para vencer el machismo, no de ahora y sí de siempre, de los guerrerenses.
Este año cumple 36 meses de gobernar, es un decir, Guerrero y aunque su padre “declinó” recuperar su herencia legada a su hija, sigue confiado en que el “pueblo manda” y será candidato. En estos tres años de mandato, Evelyn ha bailado con el feo de la graduación. El huracán Otis devastó Acapulco y cuando menos otros 5 municipios. Y si bien se niega que hayan perdido la vida centenares de personas, se admiten algunos fallecimientos. En el costo de vidas humanas, le salió barato. Sin embargo, a 17 meses del meteoro ha sido imposible reconstruir lo destruido. Después llegará John con una carga de agua jamás vista derramarse en el que alguna vez fue calificado como La Perla del Pacífico.
Los supuestos esfuerzos del gobierno anterior, cuyo titular no se enlodó los zapatos porque defendió la investidura, se concretaron a dotar de artículos para el hogar a quienes perdieron todo. No hubo inversión para rescatar comercios, negocios, empresas. Las aseguradoras todavía realizan peritajes para pagar lo correspondiente.
Si el primer vals lo bailó con el peor, la expansión de la violencia, la presencia del crimen organizado, le pelea por el control de plazas como Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco desestabilizó la gobernanza, ahuyentó el turismo y cobró decenas de vidas no solamente por los enfrentamientos entre los narcos sino de políticos, ciudadanos comunes y corrientes que cometieron el pecado de ir a “divertirse” en los antros de moda.
Si bien es cierto desde que la Barbie, como representante de los Beltrán Leyva, controló el puerto para la distribución de cocaína principalmente, hace tres lustros, la criminalidad estaba presente, su captura y extradición a Estados Unidos provocó una guerra entre grupos locales sobresaliendo los conocidos como “Los Tlacos” y “Guerrero Rojos”, en el tiempo que doña Evelyn cobra como mandataria, la violencia se incrimino y la las presidentas municipales de Acapulco y Chilpancingo, a quien derrotaron en las pasadas elecciones, fueron omisas para informar qué pasaba. Incluso, Norma Otilia Hernández, que estaba al frente del gobierno de la capital de Guerrero, fue ligada a Los Tlacos, según publicaciones locales. El asesinato de su sucesor, Alejandro Arcos Catalán a 5 días de protestar como alcalde, presuntamente confirmó los nexos de Hernández.
Todo el conjunto de acciones criminales, los malos servicios, las presiones de los “estudiantes” de la normal Isidro Burgos, la caída del secretario de seguridad y más relevos, llevaron a doña Evelyn al último lugar en la encuesta realizada por Roya Campos, director de Mitofsky, en la que se evaluó el trabajo de las 13 mandatarias.
Llama la atención que Layda Sansores se ubique en el undécimo lugar y enseguida Rocío Nahle, quien lleva unos meses ocupando el palacio de gobierno de Veracruz.
La casi invisible Delfina Gómez, quien tiene bajo su responsabilidad gobernar el estado más poblado del país, está en octavo sitio y Mara Lezama, la de Quintana Roo se lleva el escalón más elevado del podio.
Habrá que revisar las preguntas y seguramente encontraremos que la inseguridad, la violencia y son parte de la vida de los ciudadanos que se encuentran gobernados en las 32 entidades del país.
Porque nadie se salva.
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