Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
¿Desde cuándo Iván Archivaldo Guzmán dejó de ser un objetivo prioritario?
¿Desde cuándo son más importantes sus empleados financieros y de seguridad?
¿Acaso existe la instrucción superior para que el jefe de los chapitos esté libre?
¿Corresponde la responsabilidad únicamente al general Trevilla?
Demasiadas interrogantes y escasas respuestas.
Las palabras del militar con más alto grado en activo, fulminaron una imagen construida sobre un movido pantano y la respuesta mostró debilidad y hasta complicidad.
Con la captura, encarcelamiento y extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán, su hijo Iván Archivaldo Guzmán Salazar, quedó al frente de la operación. Siempre lo ha sido a partir de la caída de su padre. Ovidio, el de espectaculares acciones, si bien tenía el segundo puesto en la cadena de mando, su extradición dejó a Joaquín, el menor, como el inmediato y conquistó fama con el “secuestro” de El Mayo para entregarlo a las autoridades de Estados Unidos.
Por los dos primeros, Iván y Ovidio se ofrecían recompensas hasta por 5 millones de dólares. Para la DEA, el FBI y otras agencias persecutorias, eran objetivos prioritarios y no cesaron de buscar información.
La información recabada por periodistas locales, conocedores de lo que pasa en Sinaloa y principalmente en Culiacán, han confirmado que el jefe de la banda escapó por un túnel dejando al ejército, la marina, la guardia nacional y la fiscalía estatal con la policía-si es que todas las fuerzas actuaron en conjunto-, coordinación y astucia- con un palmo de narices.
Allá, en Culiacán los comunicadores corroboraron que la captura del “primer objetivo” estuvo a punto de lograrse y, sin tener información sobre el particular, solamente comentaron que después del túnel sigue el drenaje y por ahí, como su padre lo hizo en Mazatlán.
“Culiacán está lleno de túneles que utilizan los criminales y otras personas”, afirma uno de los más especializados reporteros de la región.
Su escape, que da la impresión fue protegido para no ser “alcanzado”, produce infinidad de hipótesis que, al tratar de juntarlas llevan a un solo camino: el que llega a Palenque.
Si bien la “guerra” entre chapitos y mayitos cumple seis meses -alguien diría la invasión de Rusia a Ucrania tiene 3 años- a causa de la extracción de El Mayo, informes al día revelados por el diario Milenio, apuntan al elevado número de bajas de Iván Archivaldo, a quien le han quitado 7 de sus 10 cercanos colaboradores, entre ellos su jefe de sicarios, su jefe de finanzas, su jefe de seguridad, sus jefes de plaza.
Frente a la violencia que vive Culiacán y que se ha extendido a diversos municipios y no necesariamente colindantes, el gobernador Rubén Rocha Moya, hace “política” y se “re afilia” a Morena atendiendo la “invitación” del hijo del patrón.
Porque el mandatario y sus corifeos que llegan a estar hasta en Palacio Nacional, sostienen que la violencia, las ejecuciones y las desapariciones además de la pérdida económica “es invento de los medios amarillistas”.
Retomando las preguntas de líneas anteriores: ¿por qué Iván no fue el primer objetivo?
¡Qué alguien lo explique!
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