Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
La admisión del general Ricardo Trevilla de que el ejército ha detenido a narcotraficantes gracias a la inteligencia compartida por los polémicos drones y otros vuelos de inteligencia de Estados Unidos para vigilar al crimen organizado en México, reveló este martes el secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla.
El añadido no tiene desperdicio: “inclusive, hablando de los últimos detenidos en Culiacán es producto de esos trabajos de inteligencia. Ahora, cuando estas aeronaves, cuando llegan a volar, únicamente complementan el trabajo o la información que tiene México”.
Las declaraciones del general de 4 estrellas -solamente la comandanta puede usar 5 y los generales de división que no son secretarios lucen 3- , sonaron un tanto cuando como “descontón” para el coordinador del plan par alcanzar la paz, Omar García Harfuch, a quien dotarán de poderes omnímodos para que las fuerzas castrenses se cuadren a sus órdenes y sean cumplidas en tiempo y forma.
Se sabía de antemano: los militares de alto rango solamente se someten y es un decir, al presidente en turno, en este caso, presidenta.
Y la tropa entiende que sus jefes son los sargentos, capitanes, tenientes, coroneles y generales. No los civiles, aunque gocen de poder en el círculo político gobernante.
El día de la Lealtad se repitió el mensaje que año con año se ofrece y que refiere a los cadetes del Colegio Militar por haber escoltado al presidente Madero cuando la decena trágica ya estaba en activo.
Sí, la lealtad y disciplina de los militares con barras y estrellas está con quien gobierna, que desde 1946 es civil. Los militares dejaron de ser los “jefes máximos”, al permitir que Miguel Alemán Valdés, el “cachorro de la Revolución Mexicana” fuera postulado para Presidente de la República. Y desde entonces, 79 años después, la historia ha sido la misma.
¿Por qué el general secretario reconoce la valiosa información obtenida por la inteligencia de Estados Unidos a través de drones no tripulados?
La justificación no es desechable: la coordinación entre ejércitos, no solamente con el de Estados Unidos sino de otros países, es entre instituciones y entre ellos colaboran para determinadas acciones.
Es verdad, poco o nada se sabe de los acuerdos que toman los secretarios de la Defensa y la Armada de México con sus pares. Hasta ahora podría decirse que todos aprenden de todos y cada cual tiene su especialidad que le sirve al otro.
Una aclaración pertinente: cuando se llega a requerir el apoyo de algún sobrevuelo” de Estados Unidos u otro país “es por solicitud de las Fuerzas Armadas”, que “autorizan y especifican muy claramente el área, la ruta, la información que se debe obtener y que es transmitida de inmediato” a la secretaría de la Defensa.
Ahí es en donde seguramente García Harfuch se entripó.
Solamente las fuerzas armadas autorizan…
Y ese mensaje va para todos los que no son castrenses y la excepción es la comandanta suprema.
Ella, por supuesto, ordena a su secretario de Seguridad Pública y Participación Ciudadana y lo apoya con todo su poder para dotarlo de las herramientas que le permitan ordenar a las fuerzas federales, es decir, ejército, marina y guardia nacional.
Sin embargo, las palabras del general secretario no dejan de causar sorpresa y al estar dirigidas claramente al civil que quiere dar órdenes, tienen más que jiribilla militar… es política.
Te lo digo a ti para que lo entiendas tú.
Así o más clarito.
De que fue un descontón y tomó mal parado al que lo recibió, no debe quedar duda.
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