
El equipo de los Pumas juega feo, pero ganó. Desde la banca vino un cambio de actitud luego que Guillermo Martínez entrará de cambio en el segundo tiempo para darle a Pumas el triunfo con un doblete ante el Cavalry FC. El delantero fue el héroe de la eliminatoria ante el cuadro canadiense que no pudo cuidar la ventaja de la ida y terminó por irse eliminado con un 2-0 del Estadio Olímpico Universitario, 3-2 global.
El desempeño de los felinos en el primer tiempo fue vergonzoso. Durante toda la primera mitad fue imposible que pudieran concretar un tiro a puerta. Si bien es cierto que tuvieron un par de llegadas al área rival, sus remates salieron sumamente desviados del arco.
La más peligrosa fue de Adalberto Carrasquilla. El ‘Coco’ llegó como locomotora a impactar de cabeza un servicio por la izquierda, pero para su mala suerte el esférico se fue por encima del travesaño. Esa fue la más clara de unos Pumas que se fueron al descanso con un penal fallado y con ventaja numérica por la expulsión de Herdman.
Pusseto fue el atrevido que tomó el balón para cobrar desde los once pasos, pero su remate fue sumamente predecible. Su tildo impacto de derecha fue detenido por el arquero Carducci, que se creció ante el argentino.
Todo parecía perdido para los mexicanos, que iban encaminados a un ridículo internacional con todo y un hombre de más en el terreno de juego. La poca gente que pobló las gradas del Olímpico Universitario quedó muda ante la nula capacidad de su equipo para generar oportunidades de peligro.
Gustavo Lema sintió cerca la eliminación y envió a Guillermo Martínez al campo. El delantero mexicano no recibió la ovación de su gente a su ingreso, ya que arrastraba una sequía de 74 días sin marcar un gol. Desde la vuelta de los Cuartos de Final del Apertura 2024 no festejaba un gol y escogió el partido perfecto para reponerse.
Des su primera jugada demostró tener ganas de ser el protagonista. Un servicio pasado, que parecía no tener posibilidad de remate terminó en el primer aviso del camiseta nueve con una media tijera que levantó a todos de su asiento.
No tardó mucho en tener su segunda chance y esta vez no la desaprovecho. Un sólido cabezazo que cruzó al arquero de los canadienses hizo explotar el inmueble universitario. Pese al gol, Pumas no encontró calma, batalló para generar otra jugada colectiva.
Ante la nula conexión en terreno rival, una individualidad de Martínez fue la estocada final en el Cavalry, que vio truncado su sueño de eliminar a un grande del futbol mexicano en su primera participación en el máximo torneo de clubes de Concacaf. Agencias