El potencial acercamiento de la infraestructura bélica del Reino Unido preocupa a Rusia, sostuvo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, tras el acuerdo de asociación firmado el 16 de enero entre Londres y Kiev que abre la puerta al despliegue de bases militares.
«Teniendo en cuenta que el Reino Unido es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN], el acercamiento de su infraestructura militar a nuestras fronteras es un factor que preocupa», explicó Peskov en una comparecencia ante la prensa.
El 16 de enero, el primer ministro británico, Keir Starmer, y Volodímir Zelenski, cuyo mandato como presidente de Ucrania finalizó en mayo de 2024, suscribieron el mencionado acuerdo en Kiev. Tras la firma del documento, desde el Gobierno británico avanzaron que estudiaban el despliegue de bases militares en territorio ucraniano.
El vocero del Kremlin recalcó que el susodicho acuerdo no garantiza el ingreso de Kiev en la OTAN, el bloque bélico que lidera Washington. El Reino Unido y otros países de la organización noratlántica apoyan militarmente a Ucrania.
Las fuerzas rusas llevan a cabo desde febrero de 2022 la operación militar para detener los bombardeos ucranianos contra los civiles de Donetsk y Lugansk, dos territorios que se independizaron de Ucrania en 2014 y se adhirieron a Rusia en septiembre de 2022.
Los objetivos de la campaña militar son detener el genocidio de los pueblos de Donetsk y Lugansk que cometía Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
El Kremlin no espera cambios en la política de sanciones de EEUU
Moscú duda que haya cambios en la posición de Washington respecto a las sanciones antirrusas, a pesar de las declaraciones sobre un posible diálogo, declaró Dmitri Peskov.
«La Administración estadounidense, aunque declara su voluntad política de dialogar, no cambiará sustancialmente su carácter en este aspecto. Esto no es un secreto para nadie, no hay razones para albergar expectativas desmesuradas, no puede haber cambios fundamentales», indicó.
El vocero comentó así las declaraciones del recién nombrado secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, sobre su disposición a apoyar el endurecimiento de sanciones contra la industria petrolera rusa si el presidente electo, Donald Trump, decide implementarlas como parte de una estrategia para presionar a Rusia a negociar sobre Ucrania.
«Sería extraño que el futuro secretario no respaldara la decisión de su presidente. Eso simplemente no podría suceder. Si no la apoyara, tendría que dimitir», comentó Peskov.
El 10 de enero, la Administración del presidente saliente de EEUU, Joe Biden, impuso sanciones contra dos de los productores y exportadores de petróleo más importantes de Rusia, Gazprom Neft y Surgutneftegas, así como contra más de 180 buques, docenas de comerciantes de petróleo, proveedores de servicios petroleros, compañías de seguros y funcionarios del área de energía.
De acuerdo con la base de datos Castellum.AI, se activaron más de 19.500 sanciones individuales y sectoriales contra Rusia desde el comienzo de la operación militar en Ucrania. El presidente ruso, Vladímir Putin, sostiene que la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente y que las sanciones suponen un fuerte perjuicio para la economía mundial. Sputnik