Los precios de este combustible nuclear han alcanzado máximos históricos en el contexto del aumento de la demanda, reporta el diario ‘Financial Times’. Entre las causas del fenómeno figuran las sanciones occidentales impuestas a Rusia, que constituye uno de los actores clave en el mercado de este recurso, precisa.
Conforme a la agencia de datos del sector UxC citados por el medio, los precios del uranio enriquecido han ascendido a 190 dólares por unidad de trabajo de separación —medida estándar del esfuerzo necesario para dividir los isótopos de uranio— frente a los 56 dólares de hace tres años, antes del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania y del brusco aumento de la presión sancionadora sobre Moscú.
Rusia, como señala el diario, es «un actor importante» en la conversión del uranio extraído en el combustible enriquecido necesario para un reactor nuclear. En este contexto, destaca que las sanciones de Estados Unidos y la prohibición de las exportaciones del Estado euroasiático ya han contribuido a elevar los precios a máximos históricos, mientras analistas pronostican nuevas subidas de sus cotizaciones y un agravamiento de las dificultades para los países occidentales.
«Sencillamente, no tenemos suficiente conversión y enriquecimiento [de uranio] en Occidente, y por eso el precio ha registrado esta evolución, y no hará más que subir», afirmó el director ejecutivo de la inversora Ocean Wall, Nick Lawson.
Tal y como apunta el medio, fuera de Rusia, los principales países occidentales con instalaciones de procesamiento de uranio en funcionamiento son Estados Unidos, Canadá y Francia, pero el propio país norteamericano, por ejemplo, importó cerca del 27% de su uranio enriquecido de Moscú en 2023, según el análisis de la financiera Berenberg.
Aunque permanece Kazajistán —el actual líder del mercado en el enriquecimiento de uranio—, su empresa más importante del sector ha advertido en los últimos meses de unos niveles de producción inferiores a los previstos, un factor que, a su vez, también podría contribuir a la subida de los precios de este recurso, que «Gobiernos y empresas buscan como fuente de energía sin emisiones de carbono».
Sin embargo, algunos expertos han expresado anteriormente sus dudas sobre la viabilidad de estos planes para Europa, especialmente con la condición de renunciar al uranio ruso.
Paralelamente, en palabras del responsable de la empresa británica de inversiones en uranio Yellow Cake, Andre Liebenberg, el uranio de Kazajistán se destinaría predominantemente a Rusia y China, lo que significa que «cada vez menos iría a Occidente».
«A medio plazo podríamos sufrir fácilmente una escasez de oferta, simplemente por la falta de nuevos proyectos que puedan entrar en funcionamiento rápidamente», resumió. Sputnik