Un ataque ucraniano dejó sin vida al corresponsal del diario ruso ‘Izvestia’, Alexandr Martemiánov, e hirió a otros cinco trabajadores de medios en la república de Donetsk, entre ellos dos periodistas de Sputnik.
Los trabajadores de prensa sufrieron un ataque de dron kamikaze en una carretera, cuando estaban regresando a bordo de un automóvil a Donetsk tras filmar las consecuencias de los ataques a la ciudad de Górlovka.
Uno de los corresponsales de Sputnik, Maxim Romanenko, sufrió una contusión y abrasiones en el rostro mientras no se precisa la naturaleza de las lesiones del otro, Mijaíl Kevjíev.
Por el momento, no hay más información sobre el suceso.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial con el objetivo de defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk frente al genocidio cometido por parte de Kiev, y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Moscú ha exigido repetidamente a las organizaciones internacionales competentes que condenen los ataques ucranianos contra trabajadores mediáticos.
De acuerdo con el presidente ruso, Vladímir Putin, Rusia lleva 30 años intentando llegar a un acuerdo con la OTAN sobre los principios de seguridad en Europa, pero en respuesta se ha enfrentado a engaños y mentiras cínicas o a intentos de presión y chantaje, mientras que esa alianza bélica, a pesar de las protestas de Moscú, no deja de expandirse y acercarse a las fronteras rusas.
Por otra parte, Rusia considera que la ayuda militar a Ucrania obstaculiza el arreglo pacífico del conflicto, implicando directamente a los países de la OTAN al mismo. Moscú advirtió en reiteradas ocasiones que el bloque está «jugando con fuego» al suministrar armas a Ucrania y que los convoyes extranjeros con armas serían «objetivo legítimo» para su Ejército una vez cruzada la frontera.