Al borde de un cierre del gobierno, en la medianoche la Casa Blanca anunció que cesaban los preparativos para una clausura gubernamental, tras la votación del Senado y la votación previa en la Cámara de Representantes.
Justo después que venciera el plazo para tomar una decisión, el órgano federal aprobó, con 85 votos a favor y 11 en contra, un plan bipartidista para financiar las operaciones federales y la ayuda en casos de desastre de forma temporal. Sin embargo, el Senado hizo caso omiso de las exigencias del presidente electo, Donald Trump, quien pedía un incremento en el tope de endeudamiento para el año 2025.
Se espera que el presidente actual, Joe Biden, promulgue la ley de forma pública este mismo sábado.
Además del financiamiento federal, la última propuesta agregada al proyecto de ley incluye 100.000 millones de dólares en ayuda para las comunidades que se recuperan de desastres naturales, como la localidad de Maui tras los incendios forestales en 2023 y Carolina del Norte, afectada por inundaciones tras el paso de un huracán.
De igual forma la propuesta incluye una prórroga de un año de la política federal y la ayuda a los agricultores. En cuanto al aumento en el límite de endeudamiento, tema defendido por Donald Trump y Elon Musk, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, lo mantuvo al margen pues no hay suficiente cohesión de los republicanos en ninguno de los órganos ahora mismo, ni en la cámara ni en el senado.
Los líderes del Partido Republicano anunciaron al poder legislativo que el tema se debatiría como parte de sus planes de impuestos y fronteras en 2025.
Por unanimidad fue aprobado además el proyecto de la Ley Gabriella Miller Kids First Research, anteriormente aprobado por la cámara, el cual proporcionará más de 12 millones de dólares al año en fondos para la investigación del cáncer pediátrico durante cinco años.
El intento de cierre de gobierno por parte de determinado sector republicano no consiguió éxito, pero dejó una sensación de deja vú a propósito del primer mandato de Trump, quien a menudo cambiaba sus demandas en tiempo real y con anuncios sorpresa en las redes sociales, lo cual parece que mantendrá en su próxima administración.
Ejemplo de ello fue su amenaza de cerrar inmediatamente el gobierno de no aprobarse su propuesta respecto al tope de las deudas. No obstante, su derrota es una muestra de debilidades de su influencia en el Congreso, en tanto utiliza Mar-a-Lago como centro de operaciones desde donde organiza los siguientes pasos de su gestión.
Y si bien el próximo Senado estará controlado por los republicanos, así como la Cámara, se trata de un dominio muy dividido. Sin embargo, la guardia debe estar en alto de cara a las promesas de Trump de recortar el presupuesto federal y despedir a miles de empleados en 2025, con apoyo de los republicanos. Telesur
