La paz en Ucrania no puede concluirse debido a la situación política en Estados Unidos, declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, asegurando que la ambigüedad de poderes en el período de transición presidencial es el principal obstáculo.
«Vivimos una situación paradójica en lo que respecta al conflicto entre Rusia y Ucrania: nunca hemos estado tan cerca de la paz y, al mismo tiempo, la situación nunca ha sido tan peligrosa. La razón es que ahora mismo hay dos presidentes en Estados Unidos: el titular y el elegido. Uno quiere continuar la guerra, el otro quiere terminarla. Las cosas serán más fáciles cuando Donald Trump asuma el cargo. ¡Él nos traerá la paz!», escribió Orban en la red social X.
En diciembre, Reuters informó de que el plan de Trump para resolver el conflicto en Ucrania pasa por el rechazo de Kiev a entrar en la OTAN y concesiones territoriales a favor de Rusia. Según la agencia, ahora hay tres planes: el del vicepresidente entrante J.D. Vance, el del exdirector de Inteligencia Nacional Richard Grenell y el del nombrado enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg.
Como candidato presidencial, el republicano reiteró que si es reelegido resolverá el conflicto en 24 horas. Al preguntarle si deseaba la victoria para Ucrania, Trump aseguró no pensar «en términos de ganadores y perdedores». «Quiero que dejen de morir todos: rusos y ucranianos», subrayó. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a su vez, señaló que el problema era demasiado complicado para resolverse en un día.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, formuló en junio varias condiciones para iniciar las negociaciones de paz, en particular, que Ucrania retire sus tropas de los cuatro nuevos territorios rusos (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporozhie), desista de adherirse a la OTAN y mantenga su estatus neutral, no alineado y no nuclear, y que además se levanten todas las sanciones contra Rusia. Ucrania rechazó la propuesta rusa catalogándola de ultimátum.
