Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Entre el …más si osare un extraño enemigo profanar con sus plantas tu suelo… y Estados Unidos no comería sin el trabajo del campo que hacen los mexicanos, se le colocan dos rayas más al tigre que se disfraza de elefante.
¿Se trató de chistoretes o de una verdad bizarra?
Las palabras de la presidenta mexicana suenan a provocación, esa en la que no quiere ser atrapada por las amenazas del republicano que el 20 de enero regresará a la Casa Blanca y por los siguientes cuatro años hará lo que le venga en gana sin que nadie lo pueda impedir. Por lo menos en su territorio y en cinco docenas de países “aliados”.
Algo similar a lo que ocurre en México, en donde “gracias” a las “interpretaciones de los consejeros del INE y de los magistrados del TEPJF”, el Ejecutivo controla el Legislativo y el Judicial, con lo cual el gobierno hace lo que le venga en gana hasta incluir en la Constitución la prohibición de los vapeadores.
Recurrir al Himno Nacional para recordar que “… un solado en cada hijo te dio” es un despropósito descomunal, que apela a todos los habitantes prepararse para enfrentar al “osado enemigo”.
¿Estamos declarando la guerra a Estados Unidos? Los señalamientos de la presidenta, que parecieran dirigidos a una nación pequeña, sin armamentos, sin ejército, en crisis política, económica y social, representan el reconocimiento de estar atrapada y en un callejón sin salida frente al poderoso vecino del norte.
La falta de diálogo, la borrachera de poder, el supuesto “mandato que el pueblo le confirió” para hacer las “reformas constitucionales” y una soberbia mal sustentada, puede llevar al país a una crisis mayor, inimaginable, que afectará no solamente a los 35 millones de sufragantes, sino a los 130 millones de habitantes.
Si son cortinas de humo para tapar la expansiva violencia que se vive en el país, de Mérida a Tijuana, pasando por Guanajuato, en donde la vida no vale nada -tampoco en cuando menos 15 entidades-, están mal colocados los cortineros: les faltaron los taquetes y las tanquetas para fijarlas. Se difumina cuando se ordena al secretario de Seguridad Pública y Participación Ciudadana viajar a Culiacán y “quedarse unos días” para coordinar los esfuerzos que buscan recuperar la paz quebrada por la reyerta entre los chapitos y los mayitos.
Al señor García Harfuch lo arriesgan a perder la credibilidad que se le tiene. Un fracaso más coadyuvará a confirmar que todo lo que se hace para enfrentar al crimen organizado y proteger la vida de las personas, es una mascarada.
Y si se logra el éxito” hay que estar preparados para observar la cantidad de cadáveres que “desaparecerán” como en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.
Insistir en que la “extracción ilegal” de El Mayo Zambada es lo que “desestabilizó” la paz en Sinaloa, es tratar de justificar el fracaso de la no-política contra el narcotráfico y el crimen organizado sustentada en “abrazos, no balazos” porque el fuego no se apaga con fuego y “nosotros atacamos de raíz las causas” (sic. Amlo y csp).
A la incontrolable violencia criminal, que ha cobrado ya 5 mil vidas en solamente dos meses del nuevo gobierno, hay que sumar el llamado a “todos los hijos que te dio” y el mal agradecimiento de los “chinches” yanquis que tragan gracias al trabajo de los campesinos mexicanos.
Reflexión necesaria: no ponerle más rayas al tigre, porque no es cebra, es elefante.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.
