La intervención del presidente ruso, Vladímir Putin, en la XXI reunión del Club de Debates Valdái es «una declaración del fin del viejo mundo», señala a Sputnik el doctor en Historia y Relaciones Internacionales, Jamal Wakim. Rusia, como Estado fuerte e independiente, es un eslabón importante en la resistencia a la hegemonía occidental, añade.
«Las palabras de Vladímir Putin son una declaración práctica del fin del viejo mundo en el que EEUU controlaba las relaciones internacionales y monopolizaba el curso de los acontecimientos mundiales», destaca.
El presidente ruso apuntó que en las próximas dos décadas el sistema de relaciones internacionales experimentará grandes cambios, que garantizarán el reparto del poder global entre los países del mundo, en lugar de su monopolización por una sola parte, precisa Wakim, que también es el profesor de la Universidad libanesa.
«Esta visión es un desafío a la hegemonía de Occidente, que durante mucho tiempo ha utilizado eslóganes sobre los derechos humanos como tapadera para imponer su voluntad al resto de nosotros, mientras que en la práctica hace exactamente lo contrario», declara.
También señala que durante la presidencia de Putin, el país euroasiático ha dado pasos significativos para consolidar su estatus de Estado fuerte e independiente. «Frente a la presión y las sanciones occidentales», el rumbo del mandatario ruso, que incluye medidas económicas, de política interior y exterior, ha convertido a Rusia en un influyente actor internacional, añade.
El politólogo y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad libanesa, Ali Shukr, expresó una postura similar, afirmando a Sputnik que el mundo ha entrado en una «era de graves transformaciones».
Las aspiraciones imperialistas de Estados Unidos, que se expresan en el deseo de controlar en solitario los procesos internacionales, se enfrentan a «un enorme problema y desafío personificado en Rusia», asegura el experto.
Señala que Rusia es un eslabón importante para contrarrestar esta hegemonía por su amplio espectro de contactos con un gran número de países en su política exterior, así como por su poder económico y militar. En el proceso de transición hacia un mundo multipolar, China es igualmente un actor no menos significativo, ya que está aumentando progresivamente su influencia geopolítica y económica en distintas regiones del mundo, agrega.
«EEUU sigue aferrándose con tenacidad a su hegemonía en medio de la expansión del papel de Rusia en la escena mundial, una situación inaceptable para una administración en Washington que ha intentado sin éxito agotar económicamente a Moscú y debilitar su influencia, incluso a través de la crisis ucraniana», apunta Shukr.
El experto subraya que la disuasión estratégica debe mantenerse en la realidad actual. Los conflictos más sangrientos, incluido el de la Franja de Gaza, se producen con el uso de «armas letales» por parte de Estados Unidos y los países de Europa Occidental, explica.
Al resumir, el analista político Raed Jabr comenta a Sputnik que ha llegado «el momento de la verdad», marcado por el giro global de los países hacia la multipolaridad.
«Putin dejó claro en su discurso que Rusia busca reforzar este pluralismo de forma que las relaciones internacionales sean más inclusivas y se reconozca el derecho de todos los Estados a la autodeterminación», concluye. Sputnik