¿Qué es el nuevo dron de ataque sumergible Al-Qaria de los hutíes y cómo funciona?

La milicia yemení cerró el mar Rojo a la navegación comercial israelí y occidental el pasado noviembre, utilizando una combinación de misiles balísticos, vehículos aéreos no tripulados y lanchas teledirigidas. Ahora, el grupo parece haber añadido a su arsenal un dron submarino explosivo. ¿Qué se sabe al respecto?
La oficina de prensa de Ansarolá publicó imágenes de lo que parece ser un nuevo dron sumergible con forma de torpedo que participa en ejercicios a gran escala, en las que se ve al aparato rozando la superficie del mar hacia el barco que ejerce la función de un blanco inmóvil y asestando un golpe directo, tras lo cual una embarcación no tripulada de superficie se acerca para acabar con la nave dañada.
El nuevo dron ha sido bautizado como Al-Qaria («La gran calamidad» o «El gran desastre», en aparente referencia a un versículo del Corán sobre el Día del Juicio Final), y se maneja por control remoto, vigilando su entorno mediante una cámara fijada a una varilla extensible situada hacia la parte superior trasera de la nave en forma de tubo.
Las imágenes muestran cómo el dron se dirige hacia su objetivo, elevándose ocasionalmente a escasos centímetros de la superficie; su cámara se eleva brevemente para permitir que la nave se oriente, antes de volver a sumergirse y continuar su camino.

Se espera que el pequeño tamaño del nuevo dron (que a juzgar por las imágenes no mide más de unos pocos metros) y su capacidad para sumergirse bajo las olas lo conviertan en un serio quebradero de cabeza tanto para los buques mercantes como para los buques de guerra que operan en esta región, ya que se espera que haga falta un sonar para detectar su aproximación en condiciones nocturnas o de baja visibilidad.
El vehículo submarino que aparece en el video presenta una brillante combinación de colores amarillo y negro al estilo del avispero, pero es de suponer que cualquier variante lista para el combate presentaría colores más parecidos a los del entorno marino para dificultar aún más su detección y destrucción.

Los medios de comunicación israelíes e iraníes que analizaron el nuevo submarino no tripulado señalaron que seguía a la supuesta captura por parte de los hutíes de un submarino no tripulado de reconocimiento Remus 600 de la Marina estadounidense frente a la costa yemení en 2018.
Este dron está diseñado para la cartografía del fondo marino, la topografía submarina, la búsqueda y recuperación y las misiones de contramedidas de minas. Mide 3,25 metros de largo, tiene un diámetro de 32,4 cm y un peso de 240 kg, que en su conjunto le otorgan una autonomía de hasta 70 horas y una velocidad máxima de 5 nudos con una profundidad de sumersión máxima de 600 metros. Las comparaciones muestran algunas similitudes superficiales entre el Remus y el Al-Qaria, como el esquema de pintura amarillo brillante y negro, y el visor extensible montado en la parte trasera.
Sin embargo, el diseño de los hutíes presenta un esquema distinto de hélice y estabilizador de aleta, una carcasa de hélice anular protectora y un cono de morro más hidrodinámico, lo que indica que la milicia ha adaptado el dron capturado tomando en cuenta las capacidades de fabricación locales, o bien ha construido uno completamente desde cero, utilizando simplemente el diseño estadounidense como punto de referencia.

Según una fuente militar yemení de alto rango citada por ‘al-Mayadeen’, las imágenes del nuevo aparato no tripulado se publicaron en la red mientras los hutíes realizaban simulacros navales y terrestres masivos «en el marco de la preparación para cualquier enfrentamiento inminente con Washington y sus lacayos con Yemen».
«Estados Unidos y el Reino Unido deben entender que no se librarán de ninguna aventura en Yemen y deberían aprender de sus anteriores fracasos navales y aéreos», instó la fuente, en referencia a los recientes informes de que el Pentágono está considerando intensificar sus operaciones contra los hutíes.

Las capacidades cada vez más sofisticadas de misiles y drones de la milicia yemení no han pasado desapercibidas para los adversarios, ya que la milicia está construyendo y desplegando una serie de misiles y drones cada vez más precisos y de mayor alcance que pueden alcanzar Israel y amenazar a los buques de guerra estadounidenses que operan en la región.

Anteriormente, una revista afiliada a la academia militar de West Point reveló que un misil hutí había caído a solo 200 metros del portaviones estadounidense USS Eisenhower durante un despliegue. Además, a principios de 2024, un misil hutí burló dos capas de defensas del destructor portamisiles USS Gravely, obligando al buque a activar su última línea de defensa, los sistemas de armamento de proximidad (CIWS), para derribar el proyectil.
«La combinación de vigilancia de área amplia, seguimiento de objetivos cercanos y guía terminal ha permitido a los hutíes lograr algunas hazañas impresionantes», subraya la revista.

Tras lanzar una campaña de ataques con drones y misiles contra Israel en octubre de 2023 y cerrar parcialmente la estratégica ruta comercial del Mar Rojo un mes después en solidaridad con Gaza, los hutíes han prometido continuar sus operaciones contra Israel y sus aliados hasta que Tel Aviv ponga fin a sus operaciones militares en Gaza y Líbano.
Estados Unidos y Reino Unido iniciaron en enero una campaña de bombardeos contra los hutíes para tratar de «degradar» sus capacidades, pero hasta ahora no han logrado su objetivo. A principios de noviembre, un informe del Proyecto Costes de la Guerra de la Universidad Brown reveló que Estados Unidos ha gastado más de 5.000 millones de dólares en sus despliegues en Oriente Medio durante el último año, incluidos 2.400 millones de dólares en costes asociados a la campaña contra los hutíes. Sputnik

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