El Movimiento de Resistencia Libanesa, Hezbolá, anunció en un comunicado el inicio de una nueva fase de guerra contra Israel; sin embargo, los detalles precisos no serán revelados hasta los próximos días.
En su misiva, la milicia chiita resaltó las grandes pérdidas que ha sufrido Tel Aviv, tanto en cuestiones tecnológicas como en recursos humanos.
“Las pérdidas del enemigo ascendieron a unos 55 muertos y más de 500 heridos entre soldados y oficiales del ejército enemigo israelí, además de la destrucción de 20 tanques Merkava, cuatro topadoras militares, un vehículo blindado y un transporte de tropas, además del derribo de dos vehículos aéreos no tripulados Hermes 450”, han declarado.
Desde el inicio de la operación terrestre en el Líbano, Israel ha desplegado 70.000 oficiales y soldados y cientos de tanques, esto sumado a los ataques de la artillería y las operaciones de inteligencia para debilitar al Líbano.
Aun así, Hezbolá afirma estar preparado para una nueva etapa de conflictos, con mejores equipos y más elaboradas tácticas, entre las cuales se incluyen emboscadas y el uso de la artillería contra Tel Aviv.
Igualmente, Hezbolá incluirá defensas antiaéreas para frenar los avances de los cazas norteamericanos en manos israelíes.
Desde el pasado mes de septiembre, Israel ha lanzado una nueva ofensiva directa contra el Líbano, abriendo un nuevo frente en la guerra regional. Las agresiones de Israel iniciaron con la explosión de beepers y walkie talkies, que afectaron a más de 500 libaneses.
Seguido de estas acciones, las fuerzas sionistas no han parado de bombardear la zona del Líbano, sobre todo en áreas fronterizas y en Beirut (capital). Como respuesta, la Resistencia ha lanzado contraofensivas contra bases militares en la frontera y en centros estratégicos de Israel, burlando los avanzados sistemas como el Iron Dome y el Iron Beam, además de los circuitos de artillería estadounidenses, como el sistema de misiles Arrow. Telesur
