Las amenazas de la Casa Blanca contra Israel son un intento «de ganar tiempo hasta las elecciones»

El discurso de EEUU —el principal proveedor de armas a Israel— sobre el cese de los suministros al Estado judío es solo un intento de «ganar tiempo hasta las elecciones», afirma a Sputnik la periodista Leila Hatoum. Estas entregas, que requieren una mayor producción de armamento estadounidense, contribuyen al crecimiento de su economía, añade.
Entre el 7 de octubre de 2023 y agosto de 2024, la Comisión de la ONU descubrió «más de 20 casos de violencia sexual y de género perpetrados contra detenidos, tanto hombres como mujeres, en más de 10 centros militares y del Servicio Penitenciario de Israel», escribió en su informe la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado.
El informe que examina el trato a detenidos y rehenes, así como los ataques contra instalaciones y personal médico, también señala que varios detenidos varones habían denunciado que las fuerzas de seguridad israelíes les «habían golpeado, pateado, apretado o tirado de sus genitales, a menudo mientras estaban desnudos».
Un detenido expuso que, en noviembre de 2023, miembros de la unidad Keter del Servicio de Penitenciario de Israel «lo habían obligado a desnudarse y después le habían ordenado besar la bandera israelí». Cuando el detenido se negó, «lo habían golpeado y le habían propinado patadas tan fuertes en los genitales que había terminado vomitando y perdiendo el conocimiento», indica el documento. La comisión concluyó que estos actos de violencia sexual estaban «motivados por un odio extremo» hacia el pueblo palestino, así como por el deseo de deshumanizarlo.

«Dichos informes la ONU los conoce desde hace décadas. No es la primera vez, no es la primera agresión. Ahora el mundo está descubriendo realmente la otra cara de los israelíes, que hemos intentado contar al mundo durante los últimos 78 años. Por desgracia, los medios de comunicación dominantes tenían el control», señala a Sputnik la periodista, economista y analista geopolítica libanesa Leila Hatoum.
Hoy en día, gracias a las redes sociales, se difunde al público más información que transmite la imagen real, apunta. Sin embargo, algunas cosas siguen ocultas para siempre porque estos medios «siguen teniendo el control», añade.
«Tengo un bloqueo oculto en las redes sociales. Cuando intento abrir espacios, los bloquean y hay que abrirlos una, dos, tres veces. No tiene nada que ver con la conexión».
En agosto, la cadena Al Jazeera informó de la violación en grupo de un preso palestino por guardias del campo de detención de Sde Teiman, en el sur de Israel. El brutal ataque provocó que el palestino tuviera que ser trasladado a un hospital, y los medios de comunicación israelíes informaron de que no podía caminar. En respuesta, algunos israelíes, entre ellos el ministro de Finanzas del país, Bezalel Smotrich, se mostraron indignados no por la violación, sino debido a la filtración del video de la espantosa agresión.
«Sin embargo, los israelíes se fijan en los hechos, no en las palabras. Los estadounidenses siguen enviando armas a los israelíes, siguen financiando esta guerra, siguen enviando lotes de ayuda militar por valor de miles de millones de dólares, incluso hace tan solo una semana y media», declara Hatoum.

EEUU pide que utilicen sus armas con precaución, pero estos suministros matan aún a más palestinos y libaneses, y entre las víctimas de los ataques israelíes se encuentran las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU, recuerda la periodista. «Y nadie hace nada al respecto», señala a tiempo de agregar que la prestación no cesa, lo que convierte a Washington en cómplice.
El 15 de octubre, varios medios de comunicación informaron que la Administración Biden había amenazado con cortar el suministro de armas estadounidenses si el Gobierno israelí no tomaba «medidas urgentes y sostenidas» para mejorar las condiciones humanitarias en la zona en un plazo de 30 días.
La carta del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, fechada el 13 de octubre, iba dirigida al ministro israelí de Defensa, Yoav Galant, y al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer. La misiva pide que el Gobierno israelí «aumente todas las formas de ayuda humanitaria en toda Gaza», e incluye una lista de acciones específicas.
«Ahora, en lo que respecta al caso de EEUU, la economía actual de este país está pasando a mejor vida gracias a la industria de fabricación de armas. Pueden ir y preguntárselo a cualquier economista. Necesitan que esta guerra continúe. Lo que los israelíes y los estadounidenses están haciendo en este momento es ganar tiempo hasta las elecciones en EEUU», añadió.

Durante casi un año continuaron las negociaciones entre Tel Aviv y Washington sobre un alto al fuego en Gaza, pero nunca alcanzaron su objetivo. «La única vez que se materializó, los israelíes siguieron bombardeando y disparando a los palestinos», subraya.
Tras el asesinato de Fuad Shukr, el enviado estadounidense a Israel, Amos Hochstein, viajó al Líbano y pidió un aplazamiento de dos meses para encontrar una forma de poner fin al fuego. Los países del Eje de resistencia accedieron, pero Israel no dejó de asestar golpes.
«Y lo que ocurrió es que los estadounidenses estaban ganando tiempo para reposicionar sus tropas en Oriente Medio. Y yo había dicho eso cinco días antes de que el Pentágono publicara realmente su documento, diciendo ‘hemos terminado de reposicionar nuestras tropas en Oriente Medio'», explica.
La Casa Blanca no dejará de suministrar armas a su aliado en Oriente Medio, asegura el periodista. Solo hablan de ello para atraer al electorado, añade.
«No van a hacer un embargo de armas. Están ganando tiempo hasta las elecciones (…) Así que no me lo creo. Los estadounidenses mienten, los israelíes mienten y la comunidad internacional calla y eso es complicidad internacional», concluye. Sputnik

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