Orban explica cómo el abandono de hidrocarburos rusos perjudicaría el crecimiento económico de la UE

El rechazo de los recursos energéticos rusos ha dado lugar a un descenso de la producción en Europa, declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, interviniendo en el Parlamento Europeo. Como resultado, las mayores potencias económicas europeas podrían quedar fuera de las primeras 10 economías mundiales, auguró.
«Como consecuencia del abandono de la energía rusa, la UE se ha visto privada de un importante crecimiento del PIB, mientras que se han tenido que reasignar cuantiosos recursos financieros a subvenciones energéticas y a la construcción de las infraestructuras necesarias para la importación de gas natural licuado [GNL]», señaló el político.
La mitad de las empresas europeas consideran, según sus datos, que el costo de la energía es el principal obstáculo a la inversión. En las industrias de alto consumo energético, importantes para la economía de la UE, la producción cayó entre un 10% y un 15%.
«El crecimiento económico de la UE en las dos últimas décadas ha sido sistemáticamente más lento que el de Estados Unidos y China. La productividad de la UE avanza más lentamente que la de sus competidores. Nuestra cuota en el comercio mundial está disminuyendo. Las empresas comunitarias se enfrentan a precios de la electricidad dos o tres veces superiores a los de EEUU. Los precios del gas natural aquí son de cuatro a cinco veces más altos», subrayó.
Con arreglo a las estimaciones de Orban, a finales de la década, el Reino Unido, Italia y Francia abandonarán las diez primeras economías del mundo, mientras que Alemania caerá del cuarto puesto al décimo.

Después de que Moscú lanzara su operación militar especial en Ucrania, los países europeos, bajo la presión de Washington, comenzaron a negarse a comprar recursos energéticos rusos, incluido el gas, con el objetivo de dañar la economía de Rusia.
Estas medidas se justificaron por la necesidad de «lograr la independencia energética» de los suministros de recursos energéticos rusos.
En junio, la UE aprobó el 14.º paquete de sanciones contra Moscú, que por primera vez se centra en el gas, prohibiendo las reexportaciones de GNL ruso en aguas de la UE y vetando nuevas inversiones y servicios en proyectos de producción de este tipo de gas en Rusia.
Sin embargo, al rechazar o reducir las importaciones de gas de bajo costo procedente de Rusia, Europa se ve obligada a comprar gas a precios mucho más altos a los Estados Unidos o de Rusia, pero a través de terceros países. Como consecuencia, el resultado de estas medidas ha sido nada menos que un agravamiento de la crisis energética en el propio Occidente. Sputnik

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