El próximo invierno puede convertirse en el más duro para Ucrania durante el conflicto debido a la escasez de recursos energéticos y al mal estado psicológico de la población, informa ‘The Washington Post’. Agrega que las consecuencias de los apagones prolongados pueden ir desde el corte del agua y la calefacción hasta dañar la economía del país.
El medio estadounidense destaca que los cortes de electricidad son un hecho, pero las estimaciones sobre su gravedad varían. «En el mejor de los casos, estamos hablando de 4 horas de cortes de electricidad al día, pero en las frías condiciones del invierno ucraniano, eso podría acabar siendo 20 o más horas de oscuridad cada día».
Pero la mayor víctima puede ser el estado psicológico de los ucranianos, nota The Washington Post. Tras unos dos años y medio desde el inicio de la operación militar especial, con pocas perspectivas de una victoria ucraniana en el horizonte, y tras una serie de reveses en el campo de batalla en los últimos meses, la población ha llegado a su punto de ruptura. La disposición de la población a hacer concesiones territoriales pasó del 10% en mayo de 2023 al 32% un año después, añade.
El director del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, Anton Hrushetsky, destaca que los días fríos en la oscuridad pueden cambiar la actitud de los ucranianos hacia el conflicto. En sus palabras, la población está ahora abrumadoramente en contra de la paz con Rusia «a cualquier precio», pero los sondeos de opinión muestran un aumento del número de personas dispuestas a asumir compromisos difíciles en aras del fin del conflicto.
Poco antes, el ministro de Energía del país, Guerman Galúschenko, destacó que Ucrania perdió la mitad de su capacidad de generación de electricidad. En sus palabras, ahora su Estado vive con restricciones, incluso en verano, «porque no podemos cubrir la generación destruida».
Unos 9 gigavatios (GW) de capacidad de generación eléctrica de Ucrania han sido destruidos, lo que supone el 80% de la generación térmica y un tercio de la hidroeléctrica, precisó Volodímir Zelenski.
Desde el Ministerio de Energía del país informaron el 22 de marzo que el sistema energético ucraniano había sufrido el ataque a mayor escala de los últimos tiempos. El Estado perdió cerca del 20% de la capacidad de regulación, debido a los daños en la central hidroeléctrica de Dniéper, en Zaporozhie, comentó el director general de la empresa Ukrhydroenergo, Ígor Sirotá.
Las Fuerzas Armadas de Rusia comenzaron a realizar ataques masivos con misiles de alta precisión contra la infraestructura vital y los puntos de mando en varias regiones y ciudades ucranianas desde el 10 de octubre de 2022. El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que Moscú se vio obligada a asestar esos golpes para responder a los ataques ucranianos a sus propias instalaciones energéticas. Sputnik