Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran que han completado una segunda oleada de ataques aéreos en el Líbano desde las horas de la mañana del 24 de septiembre, dirigidos contra sitios de Hizbulá en el valle de Beqaa y en el sur del país.
«Los ataques han tenido como objetivo edificios donde Hizbulá almacena armas, salas de mando y otras infraestructuras», asegura la portavocía militar israelí en comunicado.
Las imágenes difundidas de fuertes explosiones en diferentes lugares del Líbano mostraban también explosiones secundarias, que el portavoz militar israelí indica que son «los edificios en los que se almacenaban muchas armas».
El Ministerio de Salud libanés elevó a 558 el número de muertos por los extensos ataques aéreos israelíes desde el 23 de septiembre. Otras 1.835 personas resultaron heridas, según las autoridades libanesas. Las FDI sostienen que sus ataques están dirigidos contra Hizbulá.
Israel y el Líbano se encuentran en una guerra no declarada desde el pasado 8 de octubre, cuando el movimiento Hizbulá comenzó a lanzar misiles y drones suicidas hacia las comunidades del norte de Israel como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamás, tras su incursión armada en Israel, que a su vez respondió a cada ataque.
Las acciones tanto de Israel como de Hizbulá se han ido incrementando, y se teme que el conflicto pueda convertirse en una guerra abierta o, incluso, una regional.
Inicialmente, las hostilidades se intensificaron después de que el Ejército israelí atacara a finales de julio pasado un edificio residencial del sur de Beirut para eliminar a Fuad Shukr, un alto cargo de Hizbulá presuntamente implicado en el bombardeo del pueblo druso de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel, que mató a 12 menores y dejó 30 heridos a mediados del mismo mes.
Los días 17 y 18 de septiembre, en distintas partes del Líbano se produjeron explosiones de buscapersonas, que dejaron más de 37 muertos y casi 3.000 heridos, según los últimos datos oficiales.
Hizbulá y las autoridades libanesas acusan de esas explosiones a Israel, que no ha confirmado ni negado hasta ahora su implicación.
El 20 de septiembre, el Ejército israelí lanzó un supuesto «ataque selectivo» contra la periferia sur de Beirut en el que fueron eliminados Ibrahim Aqil y otros 15 militantes de Hizbulá, entre ellos miembros de la cadena de mando de la Fuerza Radwan. Sputnik