La presencia de empresas chinas en México en sectores como el transporte, la manufactura, las telecomunicaciones, las energías tradicionales y renovables, por mencionar algunos ámbitos, está aumentando hasta llegar a niveles no vistos en la historia de la relaciones entre ambos países.
Tan solo en los primeros ocho meses de este año, el comercio bilateral entre China y México alcanzó los 73.913 millones de dólares, los que representa un crecimiento interanual de un 11,8%, de acuerdo con cifras oficiales de Pekín, dadas a conocer durante un evento especial del Senado del país latinoamericano para celebrar el 75 aniversario de la fundación de la República Popular China.
La presencia china incluso llega al ámbito deportivo, ya que la entrenadora Ma Jin fue determinante para que clavadistas mexicanos obtuvieran medallas en los recientes Juegos Olímpicos de París 2024.
“China siempre está estrechamente unida a los países del Sur Global y apoya firmemente la posición justa de México de oponerse a la injerencia externa y salvaguardar su soberanía nacional”, dijo el embajador de China en México, Zhang Run, ante el presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, y otros altos funcionarios del actual y del próximo Gobierno de México.
De acuerdo con Run, empresas chinas de energía fotovoltaica y eólica en México han reducido las emisiones de carbono en 14,3 millones de toneladas, lo que equivale a la absorción anual de dióxido de carbono de 650 millones de árboles.
“Los vehículos de nueva energía de China también han contribuido al ahorro energético y a la reducción de emisiones en México. Según estadísticas, en comparación con el uso de un vehículo tradicional, conducir un auto eléctrico al año equivale a plantar 153 árboles”, ejemplificó.
Según información oficial de México y de Pekín, la empresa china CRRC (China Railway Rolling Stock Corporation) apoyó la actualización de la línea 1 del Metro de la Ciudad de México, mientras que la empresa Huawei firmó un convenio estratégico para promover el acceso de mujeres de comunidades originarias a la economía digital.
También existe el proyecto Plataforma Infrarroja para la Observación de la Tierra, recomendado conjuntamente por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el cual ha sido calificado como uno de los primeros proyectos experimentales científicos espaciales en la Estación Espacial de China.
Además, a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Pekín ha ayudado a la parte mexicana a llevar a cabo un proyecto para digitalizar su agricultura, lo que ha ayudado a la comunidad local a ahorrar hasta un 30% de agua y fertilizantes de forma integrada.
Otro aspecto que han destacado ambas naciones es el crecimiento del turismo, al grado de convertir a China en el mayor país asiático de turistas que viajan a México.
Según estadísticas de la Secretaría de Turismo de México, de enero a julio de este año, el número de turistas chinos que visitaron México superó los 114.000, lo que supone un aumento del 44% respecto al mismo periodo del año anterior.
“Con la apertura de dos vuelos directos entre China y México y la política china de tránsito sin visado de 144 horas para visitantes mexicanos, el flujo bidireccional de personas entre ambos países alcanzará un nuevo récord”, dijo el embajador Zhang Run.
Además, en junio pasado, el presidente chino Xi Jinping felicitó a la presidenta electa Claudia Sheinbaum, a quien le expresó que los lazos binacionales se encuentran en un periodo relevante “para abrir nuevos horizontes a base de los logros ya conquistados”. Sputnik
