Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Reclamar sin sustento, no es el papel de un presidente que no actúa como jefe de Estado sino como defensor de criminales.
Acusar a Estados Unidos de ser responsable de la “inestabilidad” y violencia en Sinaloa, es un despropósito del tamaño de Júpiter.
“Ellos -gobierno de Estados Unidos-, vayan internalizando, que no se puede actuar así, sin tomar en cuenta al Gobierno de México. No puede haber una relación de cooperación cuando se [ejercen] medidas unilaterales. No puede aceptarse eso”, expresó.
De acuerdo con la RAE internalizando interiorizar un pensamiento, un comportamiento o un sentimiento también las normas jurídicas se hacen hábito, son internalizadas de este modo, va internalizando.
¿Dónde encaja el vocablo?… ¿por experiencia propia como gobernante? Bueno, eso es cosa gramática y semántica, lo importante es no aceptar que la captura de criminales, que lo son, de la talla de El Chapo Guzmán y el Mayo Zambada, se realizó en absoluto secreto por la desconfianza que se le tiene al gobierno mexicano.
México, su gobierno, actúa de manera unilateral al emitir decretos o reformar la Constitución sin “informar” al vecino.
Defender la “cooperación” siempre y cuando se informe de las acciones que se tomarán en territorio estadounidense, es injerencia. Culpar a los otros por la ineficacia, la ineficiencia y la cooptación de las fuerzas armadas que obedecen órdenes, es evadir la responsabilidad de la función de comandante supremo.
Desmentir las publicaciones de las palabras del general Francisco Jesús Leana Ojeda, quien dijo que reducir los índices delincuenciales depende de los grupos antagónicos que se están enfrentando.
En conferencia de prensa y ante la pregunta de los reporteros, insistió: “depende de ellos, ellos son los que vienen a hacer las agresiones”.
El huésped temporal de Palacio Nacional afirmó que las palabras “fueron editadas”, lo cual es falso de toda falsedad.
Hay que insistir que el señor López parece tener interés en que a los criminales se les trata como “señores” y que toda acción para aprehenderlos tiene que ser informada a su gobierno.
Al actuar como lo hace y lo hizo durante los últimos tres días en su show de los monólogos, pone en duda su negativa y exigencia de que Genaro García Luna presente las pruebas de su relación con los criminales.
Desde el púlpito presidencia se acusa, denigra, censura, califica, sentencia sin pruebas. Ah, pero cuando el señalamiento es en su contra o de sus familiares, exige la presentación de pruebas. Y cuando las conoce, afirma que son audios o videos editados.
En su discrepancia con el gobierno de Washington, parecería que su interés personal, no como presidente de México, es evitar que los testimonios de Ismael Zambada sirvan para “desprestigiar” su gobierno y achaca, además a sus adversarios, los conservadores, las calumnias que sobre su persona se dicen.
A 10 días de perder el fuero presidencial, Andrés Manuel López se muestra irritable y sin medir consecuencias, se lanza con el gobierno de Joe Biden, de quien ha dicho en repetidas ocasiones “tenemos una buena relación, ha sido muy respetuosos con nosotros” y ahora lo descalifica por no informarle del operativo de la DEA y el FBI para detener a El Mayo en Texas.
No entiende que el gobierno de Washington no le tiene confianza. Haber informado de la operación, habría fracasado.
Señor ¿López ¿usted es abogado?
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