El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, intervino en una mesa redonda dedicada a la crisis ucraniana con la participación de embajadores de 80 países. El canciller expresó la seguridad de que EEUU y la OTAN abolieron el veto a los ataques ucranianos con los misiles occidentales contra instalaciones en el interior de su país.
Moscú no duda de que la decisión de revocar la prohibición al uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance contra el territorio ruso se tomó hace mucho tiempo, y ahora lo intentan presentar de una «forma bonita», destacó el canciller ruso. Lavrov calificó de «escenificación» a los recientes viajes de los responsables de la política exterior de Estados Unidos y de Gran Bretaña a Ucrania.
«No tenemos duda que fue aprobada ya la decisión de levantar las restricciones al uso de las armas de largo alcance para atacar el territorio ruso», indicó.
El jefe de la diplomacia rusa denunció que la OTAN coordina los ataques contra instalaciones civiles en el territorio ruso.
«Expertos militares occidentales coordinan, literalmente de manera manual, los ataques con armas de alta precisión contra instalaciones civiles», consignó.
Además de armamento, remarcó, la OTAN entrega a Ucrania datos de sus satélites espías para determinar la ubicación de los objetivos en el interior de Rusia y atacarlos.
«Los objetivos son viviendas, instalaciones críticas, infraestructura energética e industrial, o simplemente instalaciones sociales como escuelas, jardines de infancia y policlínicas», enfatizó.
Drástico aumento de ataques ucranianos a instalaciones civiles
«El número de ataques deliberados a instalaciones civiles, y de fusilamientos de civiles, aumenta radicalmente día tras día», afirmó Lavrov.
El canciller enfatizó que la actuación del Ejército ruso es totalmente distinta.
«Nuestras Fuerzas Armadas se limitan a atacar la infraestructura que está directamente relacionada con las operaciones bélicas, y las instalaciones de las que depende el comportamiento de las tropas ucranianas en la línea de contacto y, más todavía, en el territorio ruso, ante todo, en la región de Kursk», subrayó.
El ministro aseguró que las fuerzas ucranianas «están siendo expulsadas claramente ahora [de la región de Kursk] y, sin lugar a dudas, acabarán expulsadas».
Al mismo tiempo, Lavrov reconoció que «la situación en la zona de la central nuclear de Kursk es muy tensa», y advirtió de que los fallidos intentos del Ejército ucraniano de atacar las centrales nucleares en suelo ruso, particularmente, la planta ZNPP en la región de Zaporozhie, «pueden acarrear una catástrofe similar a la de Chernóbil, que afectará en primer término a Europa».
De acuerdo con la representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, los eventos de este formato «permitirán un intercambio abierto y honesto de opiniones entre los diplomáticos sobre la situación en torno a Ucrania».
«Como parte de la discusión anterior, fue posible discutir en detalle los aspectos geopolíticos de la crisis, las cuestiones de la dimensión legal y de derechos humanos, la militarización del régimen nazi de Kiev, las sanciones ilegales, así como la mediación y las iniciativas humanitarias de actores neutrales», destacó la vocera. Sputnik