Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Desde hace un lustro está presente en América Latina. Es una zona en la que busca influir en todos los ámbitos. Con precisión medios de comunicación propios en los que se contrata a los llamados influencers.
Se trata de una red a través de la cual intenta desacreditar a los gobiernos que no son afines y que ejercen la democracia.
La denuncia es una megabomba.
En un párrafo de la información usted estará en condiciones de tomar con reserva o dar credibilidad suficiente:
En un comunicado oficial el Departamento de Justicia -equivalente a la Fiscalía General de la República de nuestro país- se hizo el anuncio del desmantelamiento de una “operación de influencia maligna extranjera”, patrocinada por el Gobierno de Rusia.
Afirma: esa operación tenía diversas finalidades, como reforzar políticas e intereses prorrusos, difundir de forma encubierta propaganda del gobierno ruso con el objetivo de reducir el apoyo internacional a Ucrania, influir en los votantes en las elecciones estadounidenses presidenciales de 2024, así como influir en países como México, Alemania e Israel”.
Hace un par de meses, el periodista Raymundo Rivapalacio tocó el tema. Hoy se confirma a plenitud porque se trata de una información oficial y en el cual se establece que Merrick Garland, secretario de Justicia, dijo que las acciones están relacionadas con el uso por parte de Rusia de los medios de comunicación estatales para reclutar a influenciadores estadounidenses involuntarios con el fin de difundir propaganda y desinformación.
La operación desarrollada por el Departamento de Justicia apunta que la operación fue desmantelada e incluyó varias acciones, por ejemplo, incautó 32 dominios de Internet utilizados en campañas dirigidas por el gobierno ruso, coloquialmente conocidas como «Doppelganger».
Los esfuerzos de esas campañas no se dirigían únicamente contra el público de Estados Unidos, sino que incluían a otros países, como Alemania, México e Israel.
Añade. Las campañas de influencia de Doppelganger buscaban influir en la ciudadanía de esos países para que apoyaran los objetivos del gobierno ruso, incluso socavando la relación de los Estados Unidos con esos países.
Y si bien ya no debe sorprendernos nada, de acuerdo con el Departamento de Justicia, esa operación dependía de influencers, tenía contenido generado por Inteligencia Artificial (IA) y contaba con anuncios pagados en redes sociales para dirigir el tráfico de Internet a dominios ciberocupados.
Aquí, en este espacio, advertimos desde hace más de un año cómo China y Rusia se estaban expandiendo en América Latina a través de “cuantiosas inversiones” en diversos rubros y con el paso del tiempo se ha ratificado que ambas naciones tienen la mirada puesta en la región con el pretexto de estar cerca del mayor mercado consumidor del mundo.
Hoy aflora el asunto porque, anuncia Washington una amplia gama de acciones dirigidas a combatir la injerencia rusa en las próximas elecciones presidenciales y anunció cargos penales.
Estas medidas representan un intento para frustrar la amenaza de Rusia que los funcionarios estadounidenses han advertido desde hace tiempo que tiene el potencial para sembrar la discordia y crear confusión entre los votantes.
Se presumía que la guerra fría entre las dos potencias habría terminado o cuando menos
injerencia en Estados Unidos justo cuando se encuentra en su proceso electoral para renovar la presidencia de la Unión Americana, es preocupante que Rusia haya intervenido o intentado hacerlo en las pasadas elecciones federales que estuvieron acompañadas por los relevos de 9 gobiernos estatales y más de mil municipios.
El territorio mexicano es un apetitoso bocado para los históricos adversarios. La pregunta que se tiene que formular: ¿lo sabía el huésped temporal de Palacio Nacional y dejó que se actuara con libertad?
Es de suponerse que estaba enterando, porque se ha permitido el ingreso de centenar de personas acreditadas como parte del cuerpo diplomático ruso en México. Además, se otorgaron espacios del espectro radioeléctrico para contar con señal y difundir información y programas a través del canal denominado RT. La agencia informativa Sputnik al parecer ya tiene instalaciones en el país. En Brasil, Venezuela y otros países, opera con total libertad.
¿A dónde nos lleva la cercana relación López-Putin?
Es una forma de retar al poderoso sin consultar con el “pueblo bueno”.
Ojalá y en su matinal show de los monólogos, diga algo. Aunque, como son “amigos”, podrá ignorar la información del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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