En una investigación que duró varios años, el Departamento de Justicia de Estados Unidos logró incautar cerca de 5 millones de dólares en distintas drogas a una célula del Cártel de Sinaloa que tenía su principal centro de operaciones en la ciudad de Los Ángeles, California.
De acuerdo con la acusación federal que incluye a 24 presuntos integrantes de la organización criminal mexicana, se establece que los implicados conspiraron para trasegar 302 libras (136.9 kilos) de cocaína, 92 libras (41.7 kilos) de metanfetamina, 3 mil pastillas de éxtasis y 44 libras (19.9 kilos) de psilocibina (hongos mágicos), además de varias dosis de ketamina.
Además de las drogas, las autoridades estadounidenses lograron asegurar tres rifles semiautomáticos con cargadores de alta capacidad y ocho pistolas semiautomáticas.
Anne Milgram, administradora de la Agencia para el Control de drogas (DEA), recalcó que la investigación contra el Cártel de Sinaloa se centró en las redes que utilizan para lavar el dinero generado con el tráfico de drogas, lo que da a la organización criminal “los medios para producir e importar su veneno mortal a Estados Unidos”.
“Las drogas peligrosas como el fentanilo y la metanfetamina están destruyendo la vida de las personas, pero a los narcotraficantes sólo les importan sus ganancias. Por lo tanto, para proteger a nuestra comunidad, es esencial que persigamos a los sofisticados sindicatos criminales internacionales que blanquean el dinero de la droga”, indicó Martín Estrada, fiscal federal del Distrito Central de California.
Conviene recalcar que la investigación tuvo como nombre “Operación Fortune Runner” y los acusados enfrentarán cargos por ayudar a la distribución de cocaína y metanfetamina, conspiración para lavar instrumentos monetarios y uno por conspirar para operar un negocio de transmisión de dinero sin licencia. Las penas que podrían alcanzar los responsables van desde los 10 años hasta la cadena perpetua.
El Cártel de Sinaloa perdió millones por decomisos a minoristas
El pasado 9 de mayo la DEA publicó su informe de Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas (NTDA, por sus siglas en inglés), en el que resaltó el decomiso de varios millones de dólares generados por la “venta minorista de drogas ilícitas”.
Según los datos de la DEA, durante todo el 2023 las distintas agencias de seguridad de Estados Unidos realizaron 600 incautaciones de “efectivo a granel”, lo que al finalizar el año terminó por representar una suma de 18 millones de dólares.
Los decomisos ocurrieron a lo largo de los más de 241 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México, teniendo como principales epicentros las ciudades con puentes fronterizos en Arizona, California, Texas y Nuevo México.
En su informe, la DEA precisó que las organizaciones criminales mexicanas dedicadas al tráfico de drogas y con mayor presencia en dichos puntos son el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sin embargo, dejó en claro que requieren de la participación de otros socios criminales que los ayuden a blanquear el dinero, corredores de divisas, mensajeros, titulares de cuentas bancarias y dueños de negocios que suelen cobrarles fuertes cantidades para blanquear el dinero producto del trasiego de drogas.
Ahora, en la acusación del Departamento de Justicia, señalaron que “muchos ciudadanos chinos ricos que viven, trabajan o invierten en China desean transferir activos a Estados Unidos por diversas razones, pero las restricciones de fuga de capitales del gobierno chino les prohíben transferir el equivalente a 50 mil dólares al año fuera de China. Estos individuos buscan alternativas informales al sistema bancario convencional para mover sus fondos”.
Aquí entran los dueños de cuentas, negocios y casas de cambio en Estados Unidos, quienes “venden dólares” a cambio de comisiones para ocultar el origen de los fondos, que comúnmente suelen venir de la venta y tráfico de drogas.
(Agencias)