Unos investigadores han desarrollado una forma novedosa de promover el crecimiento del cabello en las personas que tienen alopecia areata, una enfermedad autoinmune.
Es un parche cutáneo que administra controladores del sistema inmunológico a través de una serie de agujas diminutas.
En la alopecia, las propias células T del cuerpo atacan por error los folículos pilosos. La estrategia de tratamiento experimental utiliza un parche para administrar células especializadas llamadas reguladores de células T, o Tregs para abreviar, directamente a las zonas calvas. El objetivo es frustrar el ataque no deseado del sistema inmunológico y detener la caída del cabello.
Los inmunosupresores actuales utilizados para tratar la alopecia se dirigen tanto a las células T como a las Tregs.
«Nuestros parches permiten la administración local de productos biológicos, que, en lugar de suprimir el sistema inmunitario, promueven las células T reguladoras en la piel», explicó la coautora Natalie Artzi, investigadora del Hospital Brigham and Women’s de Boston. «Esto restaura el equilibrio inmunológico y resuelve el ataque de las células T a los folículos pilosos, ofreciendo una posible solución a largo plazo sin comprometer la capacidad del sistema inmunológico para defenderse contra infecciones y neoplasias malignas».
En enfermedades autoinmunes como la alopecia, las Tregs se quedan cortas en la protección de los folículos pilosos. Los tratamientos actuales, que suprimen la respuesta del sistema inmunitario, no abordan el problema subyacente y aumentan las probabilidades de que la caída del cabello vuelva una vez que se detenga el tratamiento. También ponen a los pacientes en riesgo de infección y neoplasias malignas.
En el nuevo enfoque, se utiliza un parche de microagujas para administrar medicamentos a través de la piel sin estimular los receptores del dolor ubicados más profundamente dentro de ella.
«Aunque la terapia tópica con frecuencia no logra penetrar en la capa externa de la piel, nuestros parches mejoran la entrega local de productos biológicos a las capas más profundas de la piel enferma y reprograman el sistema inmunitario para generar tolerancia en el sitio de encuentro con el antígeno», señaló en un comunicado de prensa del hospital el coautor correspondiente, el Dr. Jamil Azzi, inmunólogo del Brigham and Women’s.
El parche de microagujas aún se está refinando y probando y aún no está listo para su uso clínico. Los investigadores, que informaron sobre el parche recientemente en la revista Advance Materials, están buscando formas en que podría implementarse para tratar otras enfermedades autoinmunes de la piel, como el vitíligo y la psoriasis.
«Este enfoque dirigido tiene un gran potencial para mejorar los resultados del tratamiento y reducir la carga de las enfermedades autoinmunes e inmunomediadas en la vida de los pacientes», dijo Artzi.
(Agencias)