Un incidente en el conocido centro nocturno Mamitas Puebla generó una movilización policiaca luego de que un hombre llamara a sus familiares asegurando estar recluido sin su consentimiento en el establecimiento.
El llamado del hombre, quien argumentó ser intimidado y privado de su libertad en un inmueble del Circuito Juan Pablo II en La Margarita, causó preocupación entre sus familiares. Ellos inmediatamente procuraron reunir la mayor cantidad posible de dinero y contactaron a las autoridades para pedir ayuda, según informó una fuente oficial.
Las primeras versiones apuntaban a una situación de secuestro o extorsión, pero posteriormente se aclaró que el hombre había sido retenido en el club nudista Mamitas debido a que no pudo pagar su cuenta, la cual ascendía a una suma considerable de dinero. Este malentendido fue lo que llevó a la alarmante llamada a sus seres queridos.
Según información de los familiares, el hombre explicó por teléfono que necesitaba el dinero rápidamente, una solicitud que detonó la intervención de las autoridades locales. Los uniformados llegaron al lugar para verificar la situación y esclarecer los hechos.
El momento de la verdad “nudista”
La Policía Municipal arribó a un inmueble ante la denuncia de una presunta extorsión. Al llegar al lugar, la situación fue clarificándose gradualmente, ya que los trabajadores mostraron interés en la presencia de las autoridades.
Durante el diálogo con los agentes, los empleados explicaron que todo comenzó por una confusión.
Indicaron que su intención era obligar a un cliente a pagar una cuenta pendiente de aproximadamente 31 mil pesos.
Según ellos, el hombre había consumido alcohol y otros servicios durante la noche.
Para resolver el problema, la familia del cliente llegó a un acuerdo con los encargados del bar. Tras este arreglo, el deudor fue autorizado a marcharse. Los propietarios del club insistieron en que su única finalidad era obtener el dinero adeudado, no extorsionar.
¿Qué pasa si finjo un secuestro en México?
Fingir un secuestro en México se considera un delito grave, con consecuencias legales serias. La infracción puede derivar en penas de cárcel que varían según la duración del evento simulado.
Si bien el secuestro falso dura menos de 24 horas, conocido como secuestro exprés, la sanción puede oscilar entre 8 y 12 años de prisión, según información publicada por diversos medios. En cambio, si la duración del secuestro fingido supera ese límite, la condena puede aumentar drásticamente, llegando a entre 20 y 70 años.
Además de las sanciones penales, este tipo de delitos puede tener un impacto significativo en las víctimas indirectas, afectando tanto su integridad personal como su patrimonio. Las consecuencias de tal acto no solo involucran al infractor, sino también a los allegados que pueden sufrir daños tanto económicos como emocionales permanentes.
Las autoridades mexicanas han recalcado la gravedad de fingir un secuestro, señalando que, aunque pueda parecer una broma o un medio para llamar la atención, sus repercusiones son serias y duraderas. La justicia se muestra rigurosa en estos casos para disuadir a otros de cometer este tipo de engaños.
(Agencias)
