Este domingo se llevó a cabo el tercer y último debate presidencial y los candidatos Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se sometieron no sólo al escrutinio del público y sus oponentes sino también al análisis del lenguaje corporal por parte de expertos como Maryfer Centeno, reconocida grafóloga.
Centeno, quien ha ganado prestigio por sus detalladas observaciones sobre la comunicación no verbal que comparte a través de sus redes sociales, ofreció su perspectiva sobre la actuación y el temperamento de los candidatos durante el tercer debate presidencial llevado a cabo por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Para este debate Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, eligió vestirse de morado, un color cargado de simbolismo que según Centeno representa la creatividad, la imaginación, el misterio, la concentración y la sabiduría, así como el lujo.
En sus observaciones, la experta señaló que Sheinbaum mantuvo una actitud imperturbable a lo largo del debate, especialmente en respuesta a las acusaciones de Xóchitl Gálvez sobre los supuestos nexos del partido Morena con el narcotráfico y la corrupción.
Notablemente, durante las preguntas relacionadas con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, su tono de voz se suavizó, un indicio de su esfuerzo consciente por controlar su lenguaje verbal. Centeno comentó que la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México ha trabajado considerablemente en refinar su voz para transmitir calma y seguridad.
En momentos de confrontación, como cuando se abordó el tema religioso sobre su falda de la Virgen de Guadalupe en su visita al Vaticano, la morenista respondió con una sonrisa irónica, lo cual, según Centeno, sugiere una estrategia de desdén hacia las provocaciones de sus oponentes.
De igual forma, cuando se discutió la división de poderes, Sheinbaum no se alteró pese a la risa irónica de Gálvez, manteniendo su compostura.
Por otro lado, Maryfer Centeno aseguró que Xóchitl Gálvez se mostró elocuente y espontánea, con un estilo de comunicación caracterizado por gestos amplios e ilustrativos. En su intervención, defendió los gobiernos de coalición y la necesidad de escuchar a todos, independientemente de su afiliación política.
Centeno observó que la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México mantuvo una actitud contenta sin perder la serenidad, aunque con gestos claros de imposición cuando trataba temas polémicos.
Al abordar temas religiosos, su rostro mostraba satisfacción; mientras que, al hablar de la división de poderes, sonreía burlonamente cada vez que Sheinbaum tomaba la palabra.
Además, su constante mirada hacia Sheinbaum, cargada de enojo, denotaba una clara estrategia confrontativa aunque la morenista no la volteaba a ver. Aunque Centeno recalcó que no se trata de un juicio, las miradas de Gálvez eran una obviedad de su descontento.
Finalmente, el análisis de Maryfer Centeno reveló un marcado cansancio en Jorge Álvarez Máynez visible en su expresión y mirada.
A pesar de vestir de naranja, un color que tradicionalmente se asocia con la energía, la creatividad y el entusiasmo, el candidato de Movimiento Ciudadano (MC) ya no podía sonreír con la misma facilidad que en debates anteriores. El estrés y el agotamiento parecían pesarle, manifestándose de manera perceptible en su lenguaje corporal.
El minucioso análisis de Maryfer Centeno sobre la comunicación no verbal de los candidatos en el tercer debate presidencial arroja luz sobre sus estrategias y estados emocionales.
La elección de colores en su vestimenta, sus gestos y expresiones, y su control vocal juegan un papel crucial en cómo son percibidos por el público, lo que podría influir en los resultados de las próximas elecciones el 2 de junio.
(Agencias)