SE COMENTA SOLO CON…
CARLOS RAMOS PADILLA
No me referiré al nunca aparecido trenecito del AIFA, donde el presidente junto con Alfredo del Mazo y Sheinbaum construyó un espectáculo barato de lo que no existe. Tampoco escribiré sobre el jeep atascado en el fango en el trayecto de amlo a Acapulco.
Me referiré a dos montajes (así declarado por el presidente) que a su juicio dañan y raspan a su gobierno. Primero, un grupo de encapuchados que, en Motozintla, Chiapas, interrumpieron, en un retén, la circulación del vehículo donde viajaba Sheinbaum. En Palacio demeritaron este grave asunto y horas después recibieron el video comunicado y advertencia de los emboscados. Segundo, la ofensiva descalificación del mandatario y el Jefe de Gobierno, atribuyendo que la fosa clandestino descubierta en Iztapalapa corresponde a otro montaje, sin responder a una averiguación pericial y forense obligada.
Las madres que a diario arañan las abandonadas tierras de todo el país para encontrar los despojos de sus familiares, han recibido el desdén del presidente a quien pareciera interesar más su imagen pública que la tragedia provocada por la creciente violencia en toda la República.
Perder un hijo no es montaje bajo ninguna circunstancia. Ya no se debe permitir que a nuestros soldados los obliguen a labores de albañilería mientras en los pueblos y ciudades desfilan a su antojo células de criminales bien armados.
El registro de homicidios, feminicidios y extorsión son cifras nunca antes registradas. Solo esperamos que a juicio de la historia este sexenio no quede como un montaje burdo e innecesario del cumplimiento del juramento presidencial de hacer valer al Estado de Derecho.
A ninguno nos gustaría siquiera situarnos en los zapatos de una familia que no encuentra a sus familiares y dedican su esfuerzo y vida a recorrer hospitales, funerarias, crematorios y en el extremo a cargar palas para perforar la tierra en busca de esqueletos.
Tampoco de aquellos padres que abandonan la sala de terapia intensiva intentando buscar un medicamento que alivie la precaria salud de un niño con cáncer sin medicamentos.
Hoy parece que si uno de nuestros hijos no es localizado ya no hay que buscarlos en un antro sino en un cementerio clandestino.
