“Hagen y yo”

La Rebelión Canina

 

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Hagen y yo” (“Fehér isten”) también conocida como Dios blanco (White God) es una película dramática húngara dirigida por Kornél Mundruczó; con la actuación de Zsófia Psotta (Lili), Sándor Zsótér (Dániel padre de Lili), Lili Horváth (Elza madre de Lili) y los perros Bodie y Luke (ambos como Hagen); tuvo su estreno el 17 de mayo de 2014, como parte del Festival de Cannes 2014.

Una nueva ley da preferencia a los perros de raza e impone un tributo considerable por las razas cruzadas. Rápidamente, los refugios caninos se llenan con perros abandonados. Lili, de 13 años, lucha por proteger a su perro, Hagen, pero su padre lo suelta en la calle.

Aproximadamente 250 perros fueron utilizados en la cinta; con la excepción de Bodie y Luke (perros hermanos que retratan a Hagen), todos los animales adicionales fueron perros reclutados de refugios o de las calles de la ubicación, todos entrenados con la mira de lograr una rehabilitación definitiva; aproximadamente el 98% de los perros fueron adoptados después de la filmación.

OBERTURA 

APOCALÍPTICA

Lili recorre un puente despoblado en una bicicleta; hay un vehículo vacío con luces encendidas, los semáforos funcionan, también hay camiones abandonados, y la ciudad está vacía, cuando una gigantesca manada de perros emerge detrás de una bocacalle y corre atrás de ella.

Todas las perspectivas de esta escena inicial expresan una soledad de la protagonista, parece que la adolescente trompetista está completamente aislada; resulta imposible saber si esta jauría de perros la persigue porque sus miembros avanzan decididamente mientras suman adeptos o si forman parte de un escuadrón que está dispuesto a combatir con ella.

La incertidumbre es compatible con la del espectador; hay un enigma que logra establecer una atmósfera de perturbación; y así en el desarrollo del relato porque se intuye que volverá a instaurarse como un estado de ánimo.

Los efectos del miedo y de la incomprensión aparecen desde el prólogo del filme; y ese es uno de los grandes temas de la cinta.

LA INCÓMODA VISITA

Mientras Elza, madre de Lili, hace un viaje con su nueva pareja, la joven y su mascota Hagen deben residir en el departamento minúsculo de su padre Dániel; pero no sólo es el espacio reducido, sino una anciana casera ejerce presión, lo que provoca que Dániel sea incapaz de tolerar la vida con el perro.

Aunque se diga que el mejor amigo del hombre es el perro, es claro que no toda la gente goza ni disfruta de la compañía canina, por lo que será difícil la convivencia con una mascota.

Los perros necesitan de su propio espacio, y no les resulta fácil vivir en espacio reducidos, máxime cuando son de gran talla.

Hagen es un mestizo semejante a un labrador de color canela, por lo que requiere de estar en lugar amplio o mínimo de paseo callejero dos veces al día.

El trabajo de paseador de perros comenzó a existir en Nueva York allá por los años 60. En esta ciudad había una gran cantidad de personas con perro y, debido al ritmo de vida de la gran urbe, una buena parte de ellos no tenían tiempo de sacar a pasear a sus mascotas.

En el año de 2019 se reportaban más de 50.000 paseadores de perros trabajando en todo el mundo; en Europa, las tarifas de un paseador profesional habilitado para ofrecer el servicio suelen oscilar en torno a los 100€/mes para paseos de mañana y en torno a 175€/mes por paseos de mañana y tarde.

UNA ABSURDA LEY

Una nueva ley da preferencia a los perros de raza e impone un tributo considerable por las razas cruzadas; Lili lucha por proteger a Hagen, pero su padre lo abandona en la calle.

A partir del siglo XVII empiezan las primeras leyes para la protección animal. En Irlanda se prohíbe atar carros a las colas de los caballos; muchos otros países comienzan a redactar leyes para proteger a los animales buscando limitar el sufrimiento de aquellos que no son humanos. El Parlamento del Reino Unido promulgó la Ley de Crueldad contra los Animales de 1835, con la que quedaban prohibidos diversos espectáculos con animales como toros y perros donde los animales pasaban por procesos claramente dolorosos y angustiosos.

A partir del 29 de marzo de 2024 entró en vigor la nueva Ley de Protección y Bienestar de los Animales en CDMX, la cual se especializa principalmente en la nutrición, ambiente, salud, comportamiento y el estado mental de los animales de compañía.

En Inglaterra y Gales desde el 1 de febrero, el Reino Unido ha prohibido la tenencia de perros de la raza American Bully XL, siguiendo una declaración del primer ministro Rishi Sunak. La ley, que forma parte de la Ley de Perros Peligrosos, estipula que es ilegal criar, vender, publicitar, regalar, intercambiar o abandonar estos caninos. Los dueños de estos perros debían obtener un Certificado de Exención antes del 31 de enero de 2024, para evitar la confiscación de sus mascotas por las autoridades.

En un intento por facilitar la transición hacia la prohibición, el gobierno británico ofrece 200 libras como compensación a los propietarios que opten por la eutanasia de sus perros American Bully XL; esta medida ha sido fuertemente criticada por asociaciones de veterinarios, incluida la Asociación Británica de Veterinaria, quienes argumentan que la decisión implica serios desafíos psicológicos y éticos. Los veterinarios enfrentan la difícil tarea de sacrificar animales sanos, lo que ha generado un debate sobre las implicaciones morales de tal práctica.

Cuando Hagen es abandonado en la calle, el espectador advierte que un perro doméstico y dependiente irrumpe en un orbe de minorías condenadas al sacrificio. Allí olvidará su educación sentimental en manos de tres propietarios que lo obligarán a afilar el colmillo al explotarlo y lastimarlo hasta que el animal adquiera consciencia de sí mismo frente a sus semejantes.

Hagen lucha por sobrevivir y rápidamente se da cuenta de que no todo el mundo es el mejor amigo del perro. Se une a un grupo de perros errantes, es capturado y enviado a la perrera. Entonces, los perros aprovechan para escapar y hacer una revolución contra los seres humanos. Su venganza será despiadada. La única que podría terminar con la guerra entre el hombre y el perro sería Lili.

La cinta es una alegoría a la intolerancia, a las minorías, a los inmigrantes que son retratados en esos perros mestizos; aquí los perros no hablan ni se divierten como en cualquier cinta de Disney, aquí se les abandona, acorrala y son vejados; un animal va a entender que el maltrato se paga con venganza.

Si bien la película se concibe como una crítica al maltrato animal, lo cierto es que representa una advertencia de ficción: la rebelión de los perros contra los malos tratos, pero ¿acaso podría ser una advertencia real: la rebelión de las minorías maltratadas por la autoridad que se torna autoritaria?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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