NIDIA MARIN
Desafortunadamente aun le restan 146 días al peor sexenio mexicano vivido en por lo menos los últimos cinco periodos de gobierno, y las agresiones continúan en contra de las mujeres y los ciudadanos, incluidos los integrantes de los medios de comunicación.
Y ha sido precisamente, casi como colofón de su nefasto mandato, que unos días antes del 10 de mayo, Día de la Madre, desde Palacio Nacional su titular agreda inmisericordemente a la Licenciada en Sociología por la UNAM y Doctora en Ciencia Política por la Universidad de Cambridge, María Amparo Casar.
A María Amparo, la conocí como profesora-investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) desde 1979. La entrevisté en diversas ocasiones como conferencista en instituciones bancarias, asociaciones empresariales, grupos financieros y centros de investigación. Siempre mereció mi reconocimiento.
Es una mujer respetuosa y respetable, quien hoy está siendo agredida, acusada sin prueba alguna, por el peor Presidente de México de los últimos 30 años.
El todavía mangoneador de México, acusó a María Amparo de haber cobrado el seguro de vida, por 31 millones de pesos, de su esposo Carlos Fernando Márquez, entonces coordinador de asesores en Pemex, quien se suicidó o se cayó de una de las torres del edificio. Y para cubrir con un velo de mentira el asunto, el ocupante de Palacio no se conformó con lastimar a una mujer respetable y respetuosa.
El asunto es que, le guste o no, la actual administración pasará a la historia como la peor del siglo XXI hasta ahora, no sólo por sus pésimas políticas y la destrucción de lo construido, sino por la serie de agresiones directas en contra de las mujeres, de las periodistas y de las investigadoras.
Después de los hechos dados a conocer en su “Mañanera”, es inútil buscar el cierre de brechas de desigualdades y evitar el abuso de poder, cuando desde Palacio Nacional se agrede constantemente a una u otra mujer, sea por boca presidencial o por el eco femenino presente.
Hace algunos años, Olga Sánchez Cordero dijo que en México seis de cada 10 mujeres habían vivido algún tipo de violencia, ocho de cada 10 mujeres sienten temor de ser agredidas física o verbalmente al transitar por las calles.
Y sigue la mata dando. Ciertamente, y queda claro, que también desde Palacio Nacional se agrede a las mujeres que no se hincan ante el dueño actual del poder que afortunadamente ya se va…
Por cierto, si aún le quedaba algo de respeto de parte de los mexicanos al Presidente de la República después de un azaroso mandato de casi seis años, el propio macuspano dio fin a esa posibilidad con la bárbara agresión en contra de María Amparo.
Indudablemente López Obrador será recordado como el peor presidente de la República de las primeras décadas del siglo XXI y pasará mucho tiempo antes de que alguien le quite la presea en la materia.
Sí, actualmente, la violencia contra las mujeres, incluidas las periodistas, abarca desde Palacio Nacional a 30 de las 32 entidades de la República y aseguran los especialistas que la Ciudad de México concentra el mayor número de casos. Ahora lo estamos comprobando.
Como dijera en su momento la periodista feminista Lucía Lagunes Huerta, México continúa siendo el país más peligroso para ejercer el periodismo, mientras la violencia feminicida se acrecienta ante la indolencia estatal. Y queda claro: “Ser mujer y periodista es un binomio que incrementa el riesgo para la libertad de expresión”.
Además, expone que el discurso estigmatizador de López Obrador ha contribuido a la violencia contra las mujeres, periodistas o no.
El presidente ha calificado a los periodistas de “mercenarios”, “enemigos de la patria” y “corruptos”; declaraciones que aseguran han sido interpretadas por sus seguidores como una autorización para atacar a las mujeres periodistas.
Hoy, no sólo los periodistas, sino también María Amparo está en riesgo.
No cabe duda de que en Palacio Nacional hay un enfermo cerebral…. Que afortunadamente ya se va…
Falta menos…
¡Ufff!
