El miedo no anda burro… 

Punto de Vista

 

Por Jesús Michel Narváez

 

En un “país en donde se abatió la violencia”, la candidata presidencial del oficialismo, cambio la sede de su mitin sabatino.

Horas antes de su llegada a Ciudad Mante, en Tamaulipas, el alcalde con licencia Noé Romero y que buscaba la reelección, fue asesinado. No a balazos. Tampoco con abrazos. A puñaladas. Algo poco común en el modus operandi del crimen organizado.

Debido al asesinato, la doctora Claudia Sheinbaum decidió mover la sede de su mitin y lo traslado a Altamira. La premura con el cambio, hizo que el evento fuera poco nutrido, aunque se movilizaron las “fuerzas vivas” de Américo Villareal para cobijarla.

Para alguien que es defensora de la no-estrategia de lucha contra la criminalidad y la violencia, la que afirma que la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina garantizan la seguridad de los mexicanos, el cambio de sede no deja de llamar la atención.

El 20 de marzo, la exgobernadora de la Ciudad de México viajó de Reynosa a Nuevo Laredo acompañada de una escolta presidencial.

Por si lo duda, los datos oficiales: La escolta, a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional para la seguridad de la candidata incluyó una camioneta conocida como “Sand Cat”, un vehículo blindado de combate de alta movilidad táctica, diseñado y adquirido al gobierno de Israel.

Además, tres camionetas militares artilladas con armas de alto calibre, tres camionetas de la Guardia Nacional, elementos de tránsito local y elementos estatales de seguridad.

Pero Mataulipas está en paz y trabajando, ice el gobernador al que todas las bolas las batea y lo ponchan en cada turno al bat.

¿Qué pensarán los familiares de Noé Romero? El alcalde no tenía escolta militar. Tampoco de la Guardia Nacional. Vaya, ni siquiera de agentes de tránsito.

La disparidad podría tener justificación por tratarse de una candidata presidencial a la que se le cuida para no ser atacada. Sin embargo, la vida de ambos -Claudia y Noé- valen lo mismo. No por ser candidata presidencial se escapará de la raya, es decir, de la cita a la que todos acudimos en algún momento.

Sheinbaum ha repetido hasta el cansancio en sus mítines “multitudinarios”, en reuniones con diversos sectores o con la militancia de morena y aliados, que la seguridad en el país ha mejorado notablemente y que las acciones en contra de los criminales continúan y, se compromete, de ganar la Presidencia de la República, a mantener el Ejército en las calles.

Es tanta su confianza en los militares que confirma que en su gobierno seguirán haciendo obras y ya se valorará si continúan o no.

Seguramente fueron los militares a cargo de su escolta los que sugirieron no presentarse en Ciudad Mante por los inminentes riesgos de una celada.

Aunque se niegue la existencia oficial del Estado Mayor Presidencial, son los elementos de la “corporación extinguida” los que integran la seguridad de los candidatos presidenciales, no así de los otros aspirantes a cargos de elección popular, quienes se quejan de tener que pagar de su bolsillo alimentos y hospedaje de quienes los “cuidan”.

Con lo ocurrido por el cambio de sede y por la escolta presidencial que la acompañó de Reynosa a Nuevo Laredo, se tendría que suponer que la seguridad en Mataulipas es cero a la izquierda.

Deseable, por supuesto, que la criminalidad cediera, pero eso es un sueño guajiro.

Por ello, el de enfrente diría: el miedo no anda en burro… viaja en camionetas blindadas.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

 

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