ALBERTO F. MENA MALLEN
La política cada día decepciona más a los mexicanos, lo que ha provocado desinterés, no empatía, y que no se presenten altas votaciones en las elecciones, ante personajes que solo buscan el poder por el poder y no quieren ser electos para beneficio de quienes representan, sino para enriquecerse a como dé lugar para asegurar el futuro de sus generaciones.
Afortunadamente las actuales circunstancias que se viven en el país, han despertado la conciencia de quienes aquí radicamos para buscar mejores candidatos y políticos que realmente lleguen al gobierno para servir al “pueblo” y no para ayudar exclusivamente a los suyos para mejorar sus condiciones de vida.
El hecho de haber elegido al macuspano en el 2018, -que fue calificado como un peligro para México, lo que muchos no les creímos-, fue porque se generó un hartazgo en contra de los políticos y de los que, obcecadamente, gobernaron mal al país y provocaron que todo se exacerbara, como sucede con: la violencia, más pobres, más problemas de salud, malas condiciones laborales, esfuerzos y dineros perdidos ante malas políticas públicas, entre otros.
Las promesas y la esperanza de mejorar condiciones de vida con el morenista se perdieron en acciones autoritarias, individualistas, sentimentalistas por el rencor, el odio que emitió el ‘rey’ de palacio nacional y la gran división de la población para tener un mayor poder de decisión que solo ha provocado malestar entre los mexicanos.
Importa también la incapacidad y la pésima administración de este sexenio, donde en un primer paso fue presumida, -con que era paritario-, pero al casi término del gobierno, generará que la próxima presidenta tenga que usar de todas sus argucias para salir adelante, porque de lo contrario toda la población padecerá las decisiones del actual.
Las benditas redes sociales han permitido que los interesados en el bienestar de los mexicanos conozcamos a los candidatos y sus intereses, tanto personales como públicos, y nos enteremos de lo que son capaces durante su posible administración, aunque el tabasqueño nos mintió con promesas que fueron muy atractivas, pero que no ha cumplido y por el contrario las lleva a su modo personal, olvidando a los mexicanos.
Los partidos políticos, todos, se volvieron empresas familiares y personales, tal como lo vemos con Movimiento Ciudadano o el partido verde, los que abusaron de la confianza de los electores, al designar a cuates, familiares y conocidos de los conocidos para que compitan por los puestos de elección popular.
Vemos, por ejemplo, que Morena es un instituto político que solo dirige ysq y ello cuando se envían iniciativas al Congreso de la Unión donde no se les mueve ni una coma, por lo que tienen que levantar el dedo para congraciarse con el líder del partido y de los candidatos, López Obrador. Su dirigente con obscuro pasado permanece en su dirección.
Otro caso, el de Rocío Nahle, a quien se le dio la oportunidad de ser candidata de Morena para el gobierno de Veracruz, y para ello, se modificó la constitución veracruzana para permitir que una zacatecana sea la abanderada de este partido, pero actualmente tiene dificultades para realizar su labor política entre los habitantes de dicha entidad. En varios mítines, ya la corrieron.
Se conoce que el presidente del PRI, Alito Moreno, tiene cuentas pendientes con la justicia en Campeche, pero es dirigente de este instituto por obra y gracia de la política y del destino, mismas que fueron utilizadas para amedrentarlo en votaciones importantes en la Cámara de Diputados de la que es integrante.
Dos mujeres, por primera ocasión en la historia nacional, compiten por la presidencia de la República, la corcholata de ysq, y de los morenistas, Claudia Sheinbaum y la candidata ciudadana, Xóchitl Gálvez, que tuvo que ser apoyada por la coalición del PRI, PAN y PRD para buscar contrarrestar a la 4T que en lugar de transformar a México positivamente, pretende moldearla en un ente amorfo, con un sentido autoritario y virreinal.
Cabe aquí recordar que la lucha de las mujeres avanza, a pesar de los obstáculos, por tener mejores condiciones de vida personal, familiar y política y la actual competencia política y electoral lo demuestra, misma que se decidirá el próximo dos de junio, día de los comicios y quien triunfe no se la verá fácil ante las condiciones que se entregarán por parte del “peje”, en octubre de este año.
Carla Humphrey, consejera del INE, destacó en una de sus publicaciones en medios de comunicación que: “En nuestro país entre 2015 a 2020 se registraron 226 candidaturas de las cuales solo el 18.14%, es decir, solo 41 fueron mujeres por un 81.86% de los hombres, lo que da cuenta de la enorme desigualdad en la competencia para conseguir una candidatura. y, eventualmente, ocupar un cargo al frente del poder ejecutivo local.
De 1979 a 2020 solo 7 mujeres habían sido gobernadoras electas: Grisela Álvarez Ponce de León, Colima, 1979-1985; Beatriz Paredes Rangel, Tlaxcala 1987-1992; Amalia García Medina, Zacatecas, 2004-2010; Ivonne Ortega Pacheco, Yucatán, 2007-2013; Claudia Pavlovich, Sonora 2015-2021; Claudia Sheinbaum de 2018 a la fecha. A estos registros habrá que agregarle dos mujeres que ocuparon el cargo de forma provisional, Dulce María Sauri por Yucatán (1991-1993) y Rosario Robles Berlanga en el entonces Distrito Federal (1999-2000)”.
La reforma constitucional en 2014 se estableció como principio constitucional la postulación paritaria en las candidaturas, enfoque que se vio fortalecido con otra reforma constitucional de 2019 que determinó la integración paritaria para todos los ámbitos gubernamentales, en los tres niveles de gobierno, en organismos autónomos e incluso en municipios cuyo sistema electivo se determina por sistemas normativos indígenas.
Ello permitió que 7 entidades fueron gobernadas por mujeres: Maru Campos, en Chihuahua; Evelyn Salgado, en Guerrero; Indira Vizcaíno, en Colima; Lorena Cuéllar, en Tlaxcala; Layda Sansores, en Campeche, y Marina del Pilar Ávila. en Baja California, que se unieron a la jefa de Gobierno en la Ciudad de México. El resultado en 2023 es que, por primera vez en la historia de este país, hubo 10 mujeres gobernadoras lo que representa a su vez el 31% del total del país.
Requerimos como mexicanos, que se profesionalice la política del país, se deje atrás lo viejo y lo que no sirve, entre los cuales está el tener mejores candidatos que sirvan a los mexicanos.
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