Las autoridades rusas confirmaron este sábado que más de 4.000 personas fueron evacuadas por la rotura de una presa en Orsk, en el óblast de Oremburgo, cerca de la frontera con Kazajastán, a causa de las lluvias torrenciales que han azotado el suroeste de la nación.
De acuerdo con el alcalde de la ciudad de Orsk, Vasili Kozupitsa, la ruptura de la presa el viernes ha provocado que sólo en esa ciudad, unas 600 viviendas hayan tenido que ser evacuadas, y anunció el cierre inmediato del casco histórico debido al rápido aumento del nivel del agua.
Según Kozupitsa, en el resto de la región 4.208 personas, entre ellas 1.019 niños, han sido evacuados, y suman más de 2.500 residencia y cerca de 7.000 terrenos afectados. El suministro de energía eléctrica también se ha visto afectado en 12 localidades, de acuerdo con los Servicios de Emergencia.
En el canal de Telegram de la Gobernación, Kozupitsa ha alertado que la situación para la ciudad tiende a empeorar en las próximas horas, porque el nivel del agua ha subido cuatro metros en poco tiempo.
Asimismo, el nivel de agua del río Ural ha llegado a 9,27 metros, superando la alerta de siete metros, por lo que han sido difundidas imágenes con rescatistas en embarcaciones.
El viernes, el dique que protegía a la ciudad del aumento del nivel del río Ural se agrietó en dos puntos y, aunque no se desmoronó del todo, la entrada de agua que provocó la avería ha puesto en peligro a gran parte de Orsk.
Aunque se están desarrollando acciones para reparar el dique, el Gobierno ruso ha abierto una causa penal alegando negligencia y violación de las normas de seguridad en el momento en que la presa se construyó en 2014.
Por su parte, el presidente de Kazajastán, Kassym-Jomart Tokayev, ha declarado que las inundaciones han sido uno de los peores desastres naturales que han ocurrido en su país en las últimas ocho décadas, y solicitó a las autoridades de naciones del centro de Asia que estén listos para ayudar a los afectados.
(TeleSur)