Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
“Porque se estaban realizando las investigaciones” … en 50 segundos, el gobernador de Nuevo León detalló, cuatro días después, el secuestro de 16 personas en dos municipios: Salinas Victoria y Ciénega de Flores.
Horas después, en conferencia de presa, Pedro José Arce Jardón, vicefiscal Jurídico Encargado de Despacho de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de Nuevo León, confirmó, lea bien por favor que “son 32 las personas secuestradas”.
Parece que las autoridades encargadas de revelar información sobre asesinatos de candidatos y secuestros, le copian a Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
El símil: el martes, la funcionaria federal informó del artero asesinato de Gisela Gaytán, la candidata a la presidencia municipal de Celaya, Guanajuato y del aspirante a regidor, quien la acompañaba en el mitin, Adrián Guerrero Caracheo.
Poco después de la confirmación de su muerte, la dependencia emitió un comunicado en el que desconfirmaba el hecho. No se dieron explicaciones. “Acaso don Adrián no estaba muerto, andaba de parranda”. Como fuere, el hombre esta vivito y coleando.
En Nuevo León, sin duda que el gober anda en otro mundo y poco le interesa el gobierno de la entidad. ¿Dónde estuvo durante cuatro días que no salió a dar la cara sobre los hechos en los municipios?
Y cuando habla, en 50 segundo informa de la desaparición de 16 personas y que se estaba trabajando en el tema.
Solamente le faltó decir: estas cosas pasan… emulando al gober de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
El país se desangra por los asesinatos cometidos por los criminales a lo largo y ancho del país y los ciudadanos se alarman por los secuestros colectivos realizados, según los datos no corroborados por las autoridades, por grupos de malandros. Nadie sabe quiénes son ni qué buscaban. Los de Sinaloa, dicen Los Chapitos en voz de Iván Archivaldo Guzmán, que no permitirán que nadie robe en las casas de los habitantes del estado. ¿Son gobierno?
¡Sí!, responde la ciencia y el señor Rocha Moya es uno más de sus empleados… claro, bien pagado, por supuesto.
De Nuevo León, el vicefiscal revela que algunos de los liberados confirmaron que sus captores eran delincuentes, aunque no dio a conocer si pertenecen a algún cártel, son una banda de asaltantes -que no se roban nada-, son mensajeros de los verdaderos jefes, vaya usted a saber.
Lo que resulta cierto es que en Palacio Nacional ya encontraron otro pretexto para arremeter contra los adversarios, que están utilizando los hechos para atacar a su gobierno.
Cómo culpar a los medios por informar ampliamente de los hechos y él, el huésped temporal de Palacio Nacional, solamente utilizó 3 minutos para hablar del asesinato de Camila y del linchamiento de una mujer.
“El caso está en manos del gobierno del estado”, alcanzó diríase a balbucear. Tenía otros temas de hablar. Y para compensar el asunto, ayer el subsecretario de Seguridad, se echó un rollo “explicativo” con la línea de tiempo de todo lo ocurrido en Taxco.
Mientras Taxco se incendiaba y las llamas alcanzaban no solamente a todo el país sino allende las fronteras, en el senado, el papá de su hija -no es juego de palabras-, su empleada que cobra como gobernadora en Guerrero, aprovechó el día para dar a conocer que se desechan las propuestas de “desaparición de Poderes en Guerrero y Guanajuato” por “improcedentes”.
¿Qué hace falta para mirar, no ver, escuchar, no oír lo que pasa en Guerrero?
Y para entonces, el papi seguirá en el Senado, pero el general Luis Cresencio Sandoval y el almirante Rafael Ojeda, se habrán ido también
La protección presidencial se acaba en septiembre.
Solamente como recordatorio.
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