Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
Y la tragedia llegó a Guerrero ocho meses antes del proceso electoral para cambio de sexenio. Y la crisis en la que ha permanecido durante casi seis años, se agudizó en todos los renglones, incluidos desde luego el delincuencial y… el político electoral.
En el balance actual, la sangre pinta de rojo a Guerrero, tras el ejemplo de lo que no se debe hacer ante la crisis derivada de un desastre, como fue el caso del paso del huracán Otis por Acapulco y después las fallidas políticas aplicadas tanto por el gobierno federal, vía el Presidente de la República (por cierto cinco meses después sin acercarse a los guerrerenses) como por el local, así como los escándalos consecuentes debidos al apoyo a los carteles delincuenciales.
Por ello, resulta interesante aprender de los especialistas de la Institución Integralia, que exponen lo que está sucediendo y muestran, por ejemplo, la evolución de la aprobación de AMLO y de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, fundamentada en una encuesta de Mitofsky.
Explica: “…en septiembre de 2023, la aprobación del presidente en Guerrero era del 64.0%, la cual disminuyó significativamente a 49.2% en octubre, y se mantuvo en una tendencia similar hasta diciembre (48.3%), antes de experimentar un aumento a 50.5% en enero y a 52.5% en el mes de febrero 2024.
“Los niveles de aprobación de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda mostraron la misma tendencia, con una drástica caída en octubre al pasar de 46.4% a 39.0% de aprobación, misma que ha mejorado constantemente hasta llegar a 43.2% en enero. Por otra parte, la gestión de la crisis por parte de la gobernadora Salgado y su gobierno, ha sido considerada insuficiente por algunos sectores; sobre todo por la ausencia de una estrategia para atender temas como: el combate al dengue y la basura, el agua potable e incluso la reconstrucción del propio puerto. Aunado a ello, hay una creciente preocupación por los recientes hechos de violencia que afectan al sector del transporte público, limitando las actividades esenciales de la población”.
CARESTÍA Y ESCASEZ
DE SUMINISTROS
Los expertos de Integralia (institución que encabeza José Luis Ugalde) realizaron entrevistas en las cuales la mayor parte de las personas consideraron que Acapulco está mejor de lo que esperaban.
Aseguran que el problema más frecuente reportado fue la carencia de disponibilidad de bienes y servicios, así como el tráfico (en parte derivado de que no hay semáforos) y la falta de transporte.
Y la carestía afecta al puerto. Algunas posibles explicaciones de este fenómeno, dicen, son: una mejor oferta, altos costos de la cadena logística, empresarios en búsqueda de recuperar pérdidas, y una inflación artificial derivada de los apoyos gubernamentales.
Las conclusiones de los especialistas, precisan, por ejemplo:
“Mientras que la devastación económica se calcula en 15 mil millones de dólares, los daños asegurados alcanzan solo el 12%. La interrupción de las cadenas de suministro ha constituido uno de los impactos más significativos del paso de Otis. Sectores como los materiales de construcción y la banca electrónica han sido los más afectados. Este desafío no solo tiene impacto sobre la disponibilidad inmediata de bienes y servicios esenciales, sino que también complica los esfuerzos de reconstrucción y la recuperación económica a largo plazo”.
Y algo muy grave:
“La tragedia no solo dañó infraestructura y economía, sino que también profundizó las brechas sociales existentes, impactando negativamente en los indicadores de rezago social, agudizando la inequidad entre los pobladores de Acapulco”.
Ni como negarlo, ya que…
“Después del paso del huracán, la educación se vio afectada con un aumento de niños que no asisten a la escuela; la cobertura de salud disminuyó drásticamente, reflejando deficiencias en la entrega de servicios médicos. Al mismo tiempo, el estado de las viviendas empeoró notablemente, con un incremento en el número de aquellas que cuentan con piso de tierra. Los servicios básicos también retrocedieron, con más hogares sin acceso a servicios esenciales. Estos cambios subrayan los retos para la recuperación y el potencial de la reconstrucción para mejorar la equidad y resiliencia en la comunidad”.
No es todo…
“La seguridad pública se ha convertido en un tema central, evidenciando la necesidad de fortalecer las estrategias contra la violencia y el crimen organizado. El huracán Otis alteró la dinámica criminal en Guerrero, reduciendo significativamente delitos de alto impacto, como extorsiones y homicidios; pero al mismo tiempo generó un ambiente propicio para un marcado incremento en los robos.
“La disrupción del huracán posiblemente dispersó las actividades criminales hacia nuevas áreas, causando conflictos entre grupos delictivos en regiones como Chilpancingo y Tierra Caliente”.
Resaltan también los expertos:
“La eficacia gubernamental presenta áreas críticas que requieren mejoras, especialmente en la efectividad de la asignación de los apoyos. A pesar de los desafíos, hubo avances significativos en la restauración de servicios básicos y la reactivación económica, aunque estos esfuerzos aún deben expandirse para alcanzar una recuperación completa y equitativa”.
Y también…
“La implementación de programas de asistencia ha tenido efectos mixtos, por un lado beneficiando a la economía de la población y, por el otro, desincentivando la búsqueda de empleo. A pesar del aumento en la ayuda y la presencia de la seguridad, persisten problemas en la reconstrucción y la prestación de servicios.
“En cuanto al nivel de aceptación del presidente y la gobernadora, después de una abrupta caída de 15 puntos porcentuales, el nivel de aceptación estas dos figuras han ido mejorando ligeramente con el paso de los meses, en consonancia con el avance en el reparto de apoyos sociales”.
