En marzo de 2010, la desaparición de Paulette Gebara Farah, una niña de cuatro años, captó la atención nacional e internacional. Paulette fue reportada como desaparecida por sus padres desde su hogar en Huixquilucan, Estado de México. Durante días, las autoridades, con la ayuda de medios de comunicación y voluntarios, llevaron a cabo una intensa búsqueda.
La cobertura mediática fue extensa, y el caso generó numerosas especulaciones y teorías sobre lo ocurrido. Sin embargo, el 31 de marzo, el caso tomó un giro inesperado cuando el cuerpo de Paulette fue encontrado en su propia habitación, oculto entre el colchón de su cama y la base de la misma.
La investigación se centró luego en el entorno familiar de Paulette, evaluando varias hipótesis, incluida la de un accidente doméstico. Las autoridades realizaron múltiples interrogatorios a los miembros de la familia y al personal de servicio, pero no se logró establecer una acusación formal contra nadie. El caso de Paulette Gebara Farah generó un intenso debate sobre los procedimientos de búsqueda de personas desaparecidas y la cobertura mediática de casos sensibles.
A casi 14 años del caso Paulette, una de las tragedias que más marcó a la sociedad mexicana, la grafóloga Maryfer Centeno hizo un análisis de entrevistas realizadas a Lizette Farah y Mauricio Gebara, padres de la menor, al indicar que el caso es una herida abierta y una demostración de impunidad, olvido y dolor, por lo que consideró importante retomarlo.
¿La mamá es culpable?
Maryfer Centeno analizó la entrevista que Lizette Farah otorgó en su momento a Lilly Téllez, quien en ese entonces se desempeñaba como periodista. En el clip analizado a ambas se les ve sentadas sobre la cama de la menor y la experta comienza a señalar que la mamá de Paulette tenía una una postura muy relajada, cuando se supone que debería estar tensa por enfrentarse a una situación de estrés.
En su análisis, Centeno señala que incluso Lilly Téllez se veía más triste que la mamá y más seria; por el contrario, señala que la mamá parecía que estaba contando un chisme, no una tragedia, e incluso remarca que en ocasiones se le veía sonriendo.
Al retomar un extracto de la entrevista en donde la señora Farah le narra a Téllez qué fue lo que hizo la noche de la desaparición de la niña, menciona que salió del cuarto, luego su esposo y ella se quedaron dormidos y la menor pasó la noche. Maryfer Centeno hace énfasis en que cuando la mujer cuenta esto, su lenguaje corporal hace otra cosa, pues niega con su cabeza lo que está afirmando con sus palabras. Incluso destaca que al ser cuestionada por Lilly Téllez de que la menor “pasó la noche”, el cuerpo de la mamá automáticamente se tensa.
Cuando indica que seguramente tendrá muchas respuestas sobre que cada quien vive el shock de una manera distinta, Centeno explica que el duelo por un hijo genera cambios a nivel cerebral tan fuertes que la persona se va de sí misma y ya no se reconoce, acto seguido, indica que la señora Farah tiene en los videos que analizó un comportamiento atípico.
Centeno también analiza otro par de entrevistas que la madre de Paulette hizo, en una de ellas se le ve contando que al día siguiente cuando no la encontró en su cuarto pensó que su hija se había salido con alguna nana, tiempo en el que se le ve apretando muy fuerte los labios, señal que la experta en lenguaje corporal interpreta como autocensura.
Maryfer Centeno señala que durante las entrevistas la mujer tiende a hacer muecas de asco, indiferencia; vergüenza cuando evade a la cámara; y nerviosismo cuando se le ve parpadeando mucho. Incluso en un fragmento ella se desvía del tema y empieza a hablar de Harry Potter.
“¿Realmente podrías mantener la cordura? ¿No te vuelves loca de la angustia de no saber dónde está tu hijo o peor aún de pensar que tu hijo ya no tiene vida? ¿Puedes actuar, te puedes reír, puedes hacer bromas? Ni habían pasado unos días, la estaban buscando y estaba hablando de Harry Potter”, cuestionó la grafóloga.
En uno de los videos en donde se ve cómo se prepara para las entrevistas se ve cómo la mujer señala: “Estoy llegando a la conclusión de que se la llevaron los OVNIS” y luego se ríe, como si fuera una broma. “A mí me dio un escalofrío”, confiesa la analista.
Centeno indica que en todas las entrevistas a la mamá sólo se le ve como haciendo “berrinches” al intentar llorar y poner su rostro con expresiones tristes, sin embargo, destaca que en ningún momento se le ve con una sola lágrima.
La analista también criticó que la mamá se fuera de fiesta días después de que acababa de perder a su hija, lo cual a ella le pareció impresionante pues afirma que el duelo de perder a un hijo es de los más duraderos y de los más intensos por el tipo de conexión que hay.
¿Qué dijo sobre el padre?
Al analizar una entrevista realizada a Mauricio Gebara, Maryfer Centeno afirma que, al igual que su esposa, sus expresiones corporales tampoco tienen congruencia con lo que sale de su boca, pues al igual que ella en el momento en el que afirma algo su cabeza simultáneamente se mueve de un lado a otro, haciendo una negación. En la entrevista señala que éste comienza a hablar rápido, por lo que se le ve muy ansioso.
También retoma un fragmento de una entrevista de Gustavo Adolfo Infante a Lilly Téllez en donde ésta narra cómo fue el encuentro con los padres y su reacción cuando les pidió una entrevista,contando que el papá le dijo “no, yo no, yo tengo que cuidar mi imagen”.
Por otro lado, al analizar fotografías de las nanas que cuidaban a Paulette, la grafóloga comenta que ellas se ven completamente asustadas.
¿Qué hay sobre la hermana de Paulette?
Finalmente Maryfer Centeno también analiza un poco del contenido en redes sociales que hace la hermana de Paulette, quien lleva el mismo nombre que su mamá. La cuenta de la hija es una donde comparte sus dibujos, escenarios de arte, evita que ella salga, parece que estudia en el extranjero,
Al encontrar una firma en sus dibujos la grafóloga la analiza y señala que es una persona muy observadora, autocrítica, exigente consigo misma, obsesiva, va en contra de la corriente, evade ciertas realidades, de temperamento nervioso, minuciosa, detallista, perfeccionista, la muerte y la sátira están presentes en sus dibujos.(Agencias)