¡Todos a la marcha!

Punto de Vista

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Oportunidad de oro que no debe desperdiciarse. Esa es la que se vivirá mañana domingo 18 de febrero. Es el momento histórico en el que los ciudadanos, no importa del color que sean, demuestren que, en efecto, el poder dimana del pueblo y lo posee.

La marcha en defensa de la democracia, conlleva la responsabilidad de quienes creemos en ella y amamos las libertades. Reclamamos el respeto a todas las corrientes de pensamiento y exigimos el cumplimiento de la Constitución que, quiérase o no, es lo único de lo que podemos asirnos para impedir ser avasallados.

Como nunca, desde que el civilismo gobierna México, el poder ha sido entregado a la milicia que, formalmente, tiene un comandante supremo al que dicen obedecer. La realidad parece ser otra y quienes se muestran como cabezas del Ejército, Marina y Guardia Nacional -ésta con sus asegunes- están más interesados en ser reconocidos como “emprendedores” que en cumplir con la misión primigenia que se les otorgó: salvaguardar a la Patria.

Y ese vocablo, salvaguardar, no solamente se aplica al invasor externo… también a quien destruye instituciones que fueron construidas por el consenso del pueblo, el único existente, porque no hay dos.

Marchar para exigir el respeto a la Constitución, no es marcha en contra de una persona. Sí de un gobierno que es negligente o abusivo y deja el marco jurídico en el cesto de la basura para aplicar nuevas normas que de suyo son ilegales.

El llamado de las organizaciones civiles impactó. Por lo menos en los informativos se sabe que en 110 ciudades del país habrá marcha y en una docena de países en el mundo se replicarán. La de la Ciudad de México deberá mostrar el verdadero músculo social. No caben diferencias ideológicas. No encajan clases sociales. Todos, al final, somos mexicanos que amamos a nuestro país.

El tema es vital: defender la vapuleada democracia. Sí, es menor de edad, pero en crecimiento y con orientación, consejo y vigilancia de la sociedad, se fortalecerá y llegará a la madurez.

La oportunidad es de oro.

De fracasar la marcha, habrá de confirmarse que la apatía es enemiga de la democracia. El esfuerzo de marchar no es mayor. Simplemente se fomenta con la reflexión, con la realidad, con la verdad.

Cientos de miles, millones de mexicanos, están obnubilados por la verborrea presidencial. Creen que el dinero que reciben es del presidente de México. Suponen que sale de su bolsa. Nada más falso. Nada más maniqueo.

Se reconoce, por supuesto que, de los impuestos pagados por los causantes, se utilice parte para coadyuvar a la mejoría de quienes nada o poco tienen y, en el caso de las pensiones, es una tabla de salvación para los adultos mayores que carecen de servicios médicos, fármacos y atención.

Un gobierno que ha divido a los mexicanos -quizá desde la lucha cristera no se daba algo similar-, debe escuchar a los ciudadanos.

Por eso hay que ir a la marcha. Porque es la oportunidad de oro para de m

mostrar que el país no es propiedad de un solo hombre.

No asistir, será una bocanada de oxígeno para quien está urgido de aplicar la represión.

Descalificar la marcha y sostener que está organizada por los fifís, los conservadores, los corruptos, es descalificar a quienes son libres de pensar, de actuar, de decidir.

Para el presidente, no hay nada más que una persona: él, él y él.

Hay que mostrarle que no es así.

La marcha debe ser nutrida, exageradamente compacta, multitudinaria.

¡Que se sienta el poder del pueblo!

Unido, no habrá presidente que destruya al país.

¡Todos al Zócalo!

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com. jesusmichelnarvaez266@gmail.com,

Facebook Jesus Michel, Twitter @msionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada.

 

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