Letal reporte del fiscal Robert Hur pone en riesgo la candidatura de Biden a la Presidencia

El reporte del fiscal especial nombrado por el Departamento de Justicia resultó contraproducente, pues para salvar a Biden de su extracción de documentos clasificados, usó el artilugio de que padece ‘deficiencia cognoscitiva’, lo que ha tenido un enorme daño político, mientras líderes demócratas sopesan sustituirlo con una candidatura alterna.
Biden sufre los embates por su «deficiencia cognoscitiva» reportada por el fiscal especial Robert Hur, nombrado por el Departamento de Justicia a cargo del fiscal general, Merrick B. Garland, colocado en su puesto por el presidente hoy acorralado, a grado tal que hasta sus aliados de la monarquía globalista neoliberal británica del Financial Times sopesan su evicción, de acuerdo al artículo 25 de la Constitución.
Biden, de 81 años, se salvó legal y penalmente de una condena —debido a una escabrosa aparición de documentos altamente clasificados en el garaje de su casa, lo cual valió un interrogatorio de alrededor de cinco horas donde exhibió severa deficiencia de su memoria—, pero, quizá involuntariamente, fue expuesto a un mayor daño de alcances políticos, lo cual puede tener como consecuencia su sustitución por una candidatura alterna en el seno del Partido Demócrata, cuando al corte de caja de hoy su eterno rival, el expresidente Trump, de 77 años, le lleva una amplia ventaja.
Antes del fallo del fiscal Robert Hur, el connotado investigador Seymour Hersh había dado a entender que el expresidente Obama le estaba moviendo el tapete a quien fuera su vicepresidente.
Hersh adujo que la jugada clave radicaba en quitarle a Biden el control de las finanzas internas del Partido Demócrata.
Curiosamente, un anterior médico de cabecera de Obama había filtrado que Biden padece una «deficiencia cognoscitiva» grado IV.
Muchos analistas manifiestan que las maniobras de Obama, temeroso de un triunfo aplastante de Trump y de su probable control de la Cámara de Representantes y del Senado, consiste en colocar como candidata sustituta a su muy popular esposa Michelle.
También mucho tiempo antes del fallo del fiscal Hur, el expresidente Trump había insinuado que Biden no sería el candidato a la presidencia por el Partido Demócrata.
Ahora, después del fallo, el excandidato a la nominación por el Partido Republicano, el muy sagaz Vivek Ramaswamy vaticinó que Biden sería sustituido por Michelle Obama, debido al demoledor reporte del fiscal especial Robert Hur.
En defensa de Biden, la vicepresidenta Kamala Harris, de 59 años —cuyo marido, Doug Emhoff, también de 59 años, es abogado de Hollywood—, arremetió contra el reporte de marras y sugirió que el ataque del 7 de octubre de Hamás a Israel (¡mega-sic!) orilló la «torpe declaración»:

«Fue un momento intenso para el comandante en jefe de los Estados Unidos de América, y estuve en casi todas las reuniones con el presidente en las horas y días que –incontables horas con el secretario de Defensa, el secretario de Estado– los jefes de nuestra comunidad de inteligencia», dijo.

Por su parte, Hillary Clinton, quien desea volver a contender por la Presidencia, declaró en forma pérfida, cual su costumbre, que «es un tópico legítimo» discutir la edad de Biden.
Todavía no venía lo peor y al intentar diluir los alcances del reporte Hur, Biden confundió durante una conferencia de prensa al presidente de Egipto con el de México, quienes solo tienen en común la posesión de pirámides en sus respectivos países.
No será tarea sencilla persuadir a Biden de ceder a una candidatura alterna, cuando ha reanudado su campaña en TikTok, dirigiéndose al segmento especifico de los votantes centennials/millennials.
Más aún: una «Casa Blanca desafiante dice que no hará la prueba cognoscitiva», pese al dañino reporte Hur y a los votantes preocupados por su edad, según New York Post.
Nada menos que el anterior speaker de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gringrich, profundizó sobre las consecuencias de que Biden tenga todavía la responsabilidad de apretar el botón nuclear, lo cual pone en riesgo la «supervivencia de Estados Unidos».
El rotativo The Telegraph, muy cercano a la monarquía británica, publicó que «los demócratas admiten» que «fue el peor día de la presidencia de Joe Biden», en referencia al letal reporte, que exhibe «limitaciones significativas (¡mega-sic!) en su memoria».
Financial Times, rotativo de la monarquía globalista británica, conjetura un escenario de sustitución de Biden en la Convención Demócrata de agosto en Chicago y sopesa que, «aunque Kamala Harris sería la sucesora más natural, su aceptación es muy baja».
Financial Times coloca como probables sustitutos a los gobernadores Gretchen Whitmer, de Michigan; Andy Beshear, de Kentucky, y Gavin Newsom de California, sin perder de vista al senador Joe Manchin, de Virginia Occidental.
Robert Kennedy Jr., quien incluso pagó una publicidad de siete millones de dólares por 30 segundos durante el Super Bowl LVIII en Las Vegas, hubiera sido un candidato idóneo, pero la nomenclatura de los apparatchiks del Partido Demócrata le impidió competir en el partido de su tío, el expresidente John, y de su padre, por lo que competirá como independiente y cuya candidatura perjudica a cualquier candidato demócrata y beneficia más a Trump.
Wall Street Journal, muy cercano al grupo israelí de Doug Emhoff, esposo de la actual vicepresidenta, se pronuncia por «Un voto a favor de la presidenta (¡mega-sic!) Kamala Harris», en un estridente editorial de su Consejo de Administración.
Amén de su desastrosa actuación con el grave problema de la migración (El Espejo Negro de Estados Unidos: La Migración Latinoamericana), Kamala Harris, nativa de Oakland (California), tendría que competir antes contra Michelle Obama y Hillary Clinton (en ese orden), no se diga con el gobernador de California, Gavin Newsom.(Sputnik)
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