ALBERTO F. MENA MALLEN
Desde candidato, AMLO ha jugado sucio con los mexicanos, menos con sus fanáticos que lo siguen a donde vaya, alabándolo, echándole porras sin tomar en cuenta la destrucción de México que realiza para conseguir sus propósitos de crear un país a su semejanza: de un mandatario que, a través de mentiras, logra sus propósitos de crear una autoritaria cuarta transformación para él y los suyos, dejando fuera a millones de mexicanos que ya no creen en él.
Pero el tiempo lo ha desnudado tal y como es, un buen candidato, pero un pésimo gobernante que dibujó un país de esperanzas, de ensueño, de grandeza, pero que hasta la fecha no ha logrado y, por el contrario, tampoco ha podido con la violencia y la inseguridad que azota todos los días a miles de ciudadanos que ya no saben cómo defenderse de los delincuentes que aumentan sus amenazas de extorsión y de muerte.
Los transportistas del país ya están hartos de que la delincuencia los asalte y los mate todos los días por las carreteras del territorio nacional y es con presiones de los mismos (por los paros que realizan), hacia las autoridades, cuando los voltean a ver y les prometen cuidarlos para que ya no les suceda. Pero siempre es lo mismo, ya que se han vuelto reiterativos los paros en este gobierno.
El odio y el rencor han sido elementos que quizá lo cambiaron de rumbo y piensa que, creando un país donde la igualdad exista, México será mejor para todos, pero, la realidad no ha sido tomada en cuenta en sus políticas públicas. Aquí es bueno recordar sobre el particular, una anécdota que se dio en la campaña del ingeniero Heberto Castillo, cuando candidato, pero que cedió y se unió al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
El recordado candidato dijo en uno de los camiones que lo transportaban a un evento en Ecatepec: Si a dos chamacos les das una manzana a cada uno, pero de diferente tamaño, los dos se pelearán por la más grande, y eso pasa con los seres humanos, que disputan lo mejor de la vida y eso mismo sucede con la sociedad, por lo que no puede haber igualdad en muchos sentidos. Tal vez, en derechos si exista, pero en calidad humana, no la habrá.
En el caso de López, ha jugado sucio con sus mentiras que sigue aplicando en sus mañaneras, particularmente con su frase famosa “yo tengo otros datos”, que utiliza para argumentar sus dichos, pero que poco a poco nadie cree ya que, volvemos de nuevo, la realidad lo confronta y de la misma se han dado cuenta millones de mexicanos. Incluso señala que, a los datos duros de su gobierno, él los ve distinto a como los observa el resto de la población.
Le ha dado preferencia a sus obras faraónicas en vez de apoyar a los enfermos que cada día mueren por falta de medicamentos y su mentira de que tendremos un sistema de salud mejor al de los países bajos sigue siendo eso, una mentira, puesto que no hay un buen servicio en las instituciones de salud y menos medicamentos que son necesarios para la población.
Pero hay que señalar que estas obras suntuosas, se han hecho con suciedad, ya que primero han sobrepasado los costos que se afirmó se gastarían, se impide conocer la información sobre la misma ya que se decretó que eran de seguridad nacional, lo que causó que se ocultara la información, además, de que se violaron leyes al no respetar las medidas ecológicas y se destruyó la selva por donde se construyó el ya tan criticado tren maya.
A pesar de la destrucción de las instituciones, como el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), siempre surgen datos por otros medios, como la balconeada que le dio el gobierno de los Estados Unidos con la publicación de periodistas con prestigio, -que fueron descalificados por el tabasqueño-, de que en 2006 AMLO utilizó recursos del narco para su campaña.
Y como se esperaba, luego del señalamiento de que utilizó en su campaña recursos del narco, su argumentación fue como las que utiliza normalmente, al afirmar que se le quiere destruir porque le impide a los conservadores y neoliberales usar los recursos tal y como lo hicieron en otros gobiernos, donde los ganadores de los mismos fueron los ricos.
Sucede lo mismo cuando el general Rafael Cienfuegos, ex secretario de la Defensa en el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue detenido en Los Ángeles, California, acusado de haber participado con el narco, pero que fue liberado por la presión que hizo el macuspano con la promesa de que en México sería investigado y juzgado, lo que nunca sucedió, y, en cambio fue declarado inocente de las acusaciones gringas. Incluso, posteriormente, fue galardonado por el propio ocupante de la Silla del Águila.
Juega sucio política y electoralmente hablando, ya que ha buscado de todas las formas y maneras descarrilar a la candidata del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, quien se le atravesó en sus planes para dejar a su corcholata Claudia Sheinbaum en el próximo gobierno para que le cuide las espaldas ante el cúmulo de irregularidades e ilegalidades que se han cometido.
Utiliza los recursos públicos para atacar a la hidalguense, incluso camina en una campaña que es de Estado, ya que puso a operar a toda la administración en favor de su candidata, haciendo el piso disparejo para la contienda; ha utilizado cualquier recurso, para evitar que Xóchitl siga avanzando en las encuestas, mediante sus ataques bajos, fiscales, políticos, pero aún no logra tirarla, por el contrario, la exsenadora y empresaria avanza en esta carrera por la democracia.
Debemos de participar para evitar perder las libertades, la paz y la tranquilidad que debíamos tener los mexicanos con cualquier gobierno y es éste el que no lo ha logrado hasta ahora. Esperemos que ni con los narcos lo logre. No debe de haber excusas para ir a votar, porque se decretó un fin de semana largo el 2 de junio para que se evite votar por Xóchitl.
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