Los países de la Unión Europea (UE) siguen comprando petróleo y gas rusos a pesar de las enérgicas declaraciones sobre el rechazo de los suministros, declaró la presidenta del Consejo de la Federación (Cámara Alta del Parlamento ruso), Valentina Matvienko.
Al negarse a importar energía rusa, la UE pretendía castigar a Rusia, pero en realidad se perjudicó a sí misma, declaró la alta funcionaria. Hizo hincapié en que las medidas adoptadas por el Gobierno ruso crearon un mercado prometedor y amistoso para el petróleo, el gas y los productos petrolíferos del país. Dicho mercado incluye la región Asia-Pacífico, los países del sur global.
«Pero algunos países europeos siguen comprando a escondidas petróleo y gas, sin decirlo públicamente, a través de terceros o cuartos canales. Y no hablan de eso», afirmó.
Además, destacó que gran parte del mundo tiene interés en desarrollar una cooperación mutuamente beneficiosa con Rusia y abogó por seguir trabajando en el suministro energético. Rusia se enfrenta a serios obstáculos en este sentido, tanto en la logística como en los seguros, comentó la senadora.
«Somos capaces de superar [los obstáculos]. Tenemos que seguir por el mismo camino», declaró.
Previamente, el maestro Alejandro Martínez Serrano, profesor en las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y La Salle, aseguró que el nuevo paquete de sanciones emitido por la Unión Europea contra Rusia es una muestra de la doble moral del bloque. Las sanciones afectan a ciertas áreas de la industria de Rusia, pero no están dañando otras, como los hidrocarburos, lo cual es conveniente para el bloque europeo, precisó el experto.
El Grupo de los Siete (G7), conformado por Alemania, Canadá, EEUU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón, así como la Unión Europea y Australia, se negó a adquirir el petróleo ruso a un precio mayor de 60 dólares por barril desde el 5 de diciembre de 2022.
Rusia advirtió en reiteradas ocasiones que no se plegará a estas condiciones. El presidente ruso, Vladímir Putin, promulgó un decreto que prohíbe la venta del petróleo ruso a las personas físicas y jurídicas extranjeras cuyos contratos estipulen de forma directa o implícita el mecanismo de tope a los precios.(Sputnik)