Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
La petición de Luis Donaldo Colosio Riojas al presidente de la República para indultar a Mario Aburto, fue rechazada. La razón argumentada: “Yo no voy a dar carpetazo a un asunto así”.
“Es la primera vez que veo que la fiscalía, no sé si hace seis años la procuraduría hizo lo mismo, o hace 12, es hasta ahora. Pero a lo mejor él, tiene información y que él aportara”, dijo el presidente en torno a que quizá el alcalde tenga información extra sobre el asesinato de su padre.
¿Es en serio?
“No tengo ninguna intención de utilizar esto con una intención política y mucho menos con propósitos politiqueros, pero si es muy importante que no haya impunidad”.
¿Es en serio?
“Aprovecho para contestarle al hijo de Luis Donaldo Colosio, que me pide que indulte (a Aburto), debo contestar que no puedo hacerlo. Que él ya no quiere ni sus familiares saber nada de esto que fue terrible. Pero se trata repito de un asunto de Estado y que yo quiero que en lo que, en lo que a mi corresponde, no se deje de investigar Yo no voy a dar carpetazo a un asunto así”.
¿Es en serio?
Ahora solo falta que la Fiscalía General de la República “impute” a Donald por “(…) quizá el alcalde tenga información extra sobre el asesinato de su padre”
¿Es en serio?
De acuerdo con una tarjeta informativa de la Fiscalía General de la República, “hubo un segundo tirador”.
¿Es en serio?
Con leer el informe médico de quienes atendieron a Luis Donaldo Colosio Murrieta el 23 de marzo de 1988, sabrían que el cuerpo del candidato presentaba dos heridas con balas de diferentes calibres.
Por supuesto que hubo un segundo tirador. A Aburto lo tendieron a golpes y le decomisaron el arma con la que disparó. ¿Dónde está la otra, la del segundo tirador?
Imposible de no darse cuenta de la persecución política, de la justicia, contra Genaro García Luna.
Dice la información oficial de la FGN: (…) esas pruebas “implican a Jorge Antonio ‘S’”, agente del entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) asignado a cubrir al candidato presidencial, y quien fue liberado en aquellos momentos, en un evidente encubrimiento delictivo en el que estuvo vinculado directamente Genaro García Luna, quien entonces era subdirector operativo en el Cisen y fue quien se presume lo rescató en Tijuana”.
¿Es en serio?
Conforme al texto, el segundo tirador habría sido Jorge Antonio. Han pasado 30 años del artero asesinato y ahora sale la FGR con una información ampliamente conocida aunque no el nombre que menciona.
¿Es en serio?
Para el huésped temporal de Palacio Nacional hay, en su visión, cuando menos dos crímenes de Estado: el de Luis Donaldo Colosio Murrieta y la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Den el primero, hasta ahora conocemos que lo considere así. Del segundo se ha cansado de decirlo en lo personal y su periquito Alejandro Encinas Rodríguez repitió lo mismo durante casi cinco años.
Nada han podido confirmar. La intención de dinamitar la “verdad histórica” ha mostrado que el barril de pólvora no tiene mecha.
Le quedan cuatro meses de presidente, en cuanto sea electo o electa la próxima y se convierta en sucesora ¿romperá el paradigma y seguirá gobernando?
Hay que preguntarse qué pasará si no resuelve los crímenes de Estado.
La respuesta es simple: ¡Nada!, porque en este país no pasa nada y “vamos requetebién”.
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