Por Edmundo Cázarez C
Foto Adrián Ponce
Segunda de tres partes-
Para Maru Rojas, la dinámica y destacada reportera, siempre leal a sus convicciones, con absoluta seguridad expresa: “Es preferible perder una nota que ganar un rumor” Eso, lo lleva tatuado tanto en la cabeza como en su corazón. A lo largo de su brillante trayectoria periodística, ha aprendido qué decir y qué callar, pero, sobre todo, cómo manejar adecuadamente el exceso de la información que circula en los medios y hasta en las redes sociales que solamente desorientan. Y es que, una de sus máximas la basa en que: “Si no vas a mentir, tampoco vas a decir verdades a medias”, lo que la ha hacho merecedora de numerosos reconocimientos por su profesionalismo y veracidad, retribuyéndole, además, el respeto, cariño y admiración de quienes le conocen y la escuchan tanto en la radio y la televisión.
En esta segunda parte de la entrevista, sostiene que, desgraciadamente, en el periodismo no se puede vivir de puras satisfacciones, pues los salarios que perciben los reporteros son verdaderamente raquíticos, y aunque su voz e imagen salgan en la radio y en la televisión, esas, son puras satisfacciones que les da el trabajo que realizan, pero lo que ganan, no les alcanza ni para llevar de comer a sus familias, ni tampoco, poder ofrecerles una vida decorosa.
Asimismo, al realizar un recuento de su incansable actividad periodística, enfatiza que cuando le tocó cubrir la fuente de presidencia para Grupo Fórmula, ni cuando Vicente Fox fue presidente de la República, se había registrado un ataque tan perverso en contra de los periodistas como sucede, hoy, desde “las mañaneras” de Palacio Nacional.
Maru Rojas, sin lugar a dudas, es una digna representante del periodismo mexicano. Una gran mexicana, que impresiona por su enorme magnetismo, así como también, por su sencillez y humildad, sin darse ínfulas de grandeza, ni sentirse como ´”la más fregona de todas”, como ella misma lo subraya, sino que le encanta mantenerse en un bajo perfil, disfrutando al máximo, su cotidiano quehacer informativo.
-Le pregunto a la ciudadana Maru Rojas, no a la reportera ¿Te duele ver un país destruido, con sus habitantes confrontados entre sí y contagiados por el odio y rencor que se emite cada mañana desde Palacio Nacional?
-¡Qué pregunta tan interesante me formulas…!! ¡Claro que duele muchísimo!! Las nuevas generaciones no tienen la oportunidad de disfrutar y gozar esa unidad familiar que se vivió, y que se gozaba tan solo hace unas cuantas décadas. Ni tampoco han vivido una crisis económica tan severa como cuando nacionalizaron la banca, cuando la gente tenía todos sus ahorros ahí… Aun así, no era un México confrontado ni contagiado de odio ni de rencor.
-¿Por qué no valoramos nuestras raíces, ni sentimos un orgullo del avance que hemos logrado como nación? En estos cinco años de la 4T, lo primordial, desde presidencia de la República, ha sido destruir todo el pasado
-¡Uff! no lo sé. Pero lo que más me duele, es que ni siquiera tengamos esa certeza o la seguridad de que las instituciones que costaron muchísimo trabajo construir, tales como el IMSS, el ISSSTE no se les de la importancia que merecen. Antes, una persona cualquiera, se podía operar de la columna vertebral y recibir un tratamiento médico de excelencia y sin gastar un solo peso…
-Ah, pero ahora, se les dan pensiones a los adultos mayores…
-¡Esa es una burla!! 4,800 pesos o 6 mil pesos que no alcanzan para el tratamiento de un cáncer, y esto, te lo digo porque mi vecina de al lado está sufriendo muchísimo sin poder contar con una hemodiálisis, y por supuesto, no le alcanza la pensión que le dan como adulto mayor.
-¿No es derechohabiente?
-No, desafortunadamente no cuenta con seguridad social. Cuando fue al Hospital General de Tláhuac, que pertenece al gobierno de la Ciudad de México, le dijeron que ese servicio está saturado y le negaron una esperanza de vida.
-¿Ya nos convertimos en un país de indolentes, sin poner un alto a todo ese tipo de arbitrariedades que se cometen a diario?
-No solamente es eso, sino que, tampoco, ya no ponemos reparo alguno ni con el aire contaminado que respiramos a diario. Antes, tú y yo, conocimos la efectividad del programa ambiental de los Imecas, hoy, gracias a la 4T… ¡ya no se miden!!
-¿Las autoridades capitalinas no tienen el valor de decirle a la población que estamos respirando veneno?
-¡Exacto! no, no lo hacen. Fíjate que el otro día leí un reportaje y por dentro me dije: “Maru, esta debería ser la nota de ocho…
-¿De qué hablaba esa nota periodística?
-Que, en el Cutzamala, solamente habrá agua de aquí, hasta el mes de agosto… ¡Una nota de terror!! ¡Dios Mio!!, ¿Después de agosto, de qué vamos a vivir sin tener agua?
-¿Informaciones que se pierden en una absurda vorágine política de campañas electorales?
-Desafortunadamente, en los medios, mandan notas de suma relevancia a un segundo plano, las referentes a la ecología, lo que respiramos, ni qué agua vamos a beber. Nadie, pero nadie, lo ha dicho.
-Una de las banderas de Xóchitl Gálvez, al inicio de su responsabilidad como senadora, hizo el anuncio que la Ciudad de México se iba a quedar sin agua…
-¡Qué buena memoria tienes!! En efecto, la senadora Xóchitl Gálvez fue la primera en alzar la mano al respecto, se subió a la tribuna y explicaba con puntos y comas, hasta se hizo auxiliar por valiosas gráficas, lo dijo en todos los idiomas, que la Ciudad de México se iba a quedar sin agua por la terrible situación que está atravesando el Cutzamala.
-¿Será una de sus banderas al iniciar la campaña presidencial?
-¡Indudablemente! es un tema que no pudo abordar en la etapa de pre campaña…
-¿Un tema que cobrará importancia nada más porque lo dijo Xóchitl Gálvez?
-No, no y no. ¡Qué bueno que lo puntualices!! No es Xóchitl por Xóchitl, sino lo que hay detrás, es la sobrevivencia de tres partidos políticos…
-¿Partidos que se niegan a morir?
-Por supuesto que ninguno de ellos quiere morir….
-Me quedó una pregunta pendiente de tu etapa de prepa… ¿desde entonces, ya querías ser periodista?
-Mi paso por la prepa fue muy interesante y un cambio super drástico…
-¿…Por qué?
-Fue emigrar de la zona norte al sur de la Ciudad de México, por cierto, a ésta última, se le consideraba como una zona muy “fifí” Llegué a vivir a una unidad habitacional. En Aragón, vivíamos en casa de los abuelos con un enorme patio. Pero al llegar a una unidad habitacional, rompí con ese terrible silencio y comencé a desatramparme con los amigos…
-Insisto, ¿Por qué periodista?
-Porque necesitaba hablar, pero no me imaginaba ser periodista de un diario ni tampoco me veía haciendo reportajes en prensa escrita…
-¿Te veías arropada por la fuerza de la palabra, suspendida en el espacio de la radio y televisión?
-Es que no era tan buena para cuestiones de la escritura, mucho menos, el lucimiento de la ortografía. No mi querido Edmundo, la escritura no es lo mío…
-¿Y la radio por qué si?
-Ja, ja, ja, le escarbas y le escarbas… ¿No te cansas de preguntar?
-Mira, tú no cantas nada mal las rancheras… eres una excelente reportera. Además, ¡entre gitanos no se leen las cartas!!
-Ja, ja, ja, a lo que me refería, es que en la radio no se ve lo que escribes ni lo que redactas…
-La prensa escrita, de alguna manera, forma parte de las páginas del libro de la historia…
-Totalmente de acuerdo, pero lo que me encanta, es ganar las noticias y la inmediatez con la que se desarrollan los medios electrónicos. Además, es preferible perder una nota que ganar un rumor
-¿Qué te hace más feliz de tu trabajo como reportera de radio y televisión?
-Fíjate que no lo tomo como un trabajo obligatorio, sino más bien, como un hobby que disfruto y gozo mucho realizar…
-¿Hablar todo lo que no hiciste de niña y adolescente…?
-Imitando al Chavo del Ocho, me dice: “Eso, eso, eso… Hablar y decir todo lo que no dije de niña. Tienes mucha razón, fue a partir de la preparatoria que me fui encaminando por el camino del periodismo, gracias a una gran amiga, hija de los Cantón Zetina, que quería ser abogada porque su papá así se lo había ordenado, pero ella, le había manifestado su deseo de ser reportera y su papá le puso de condición, que primero tuviera el título universitario de abogada…
-Pero tú, estabas totalmente segura de seguir el camino del periodismo…
-En efecto, mi amiga trataba de convencerme para que ingresara a la Facultad de Derecho de la UNAM, y luego, seguir el periodismo, su papá era el director general de la revista Quehacer Político…
-¿Le hiciste caso?
-¡Claro que no!! Le decía, una y otra vez… “Será el sereno, pero yo quiero estudiar periodismo”, le dejé muy en claro que, ella, estudiara Derecho, mientras que yo seguiría siendo fiel a mi pasión por el periodismo…
-¿Qué te digo tu mamá cuando le dijiste que querías estudiar periodismo?
-Se puso furiosa y no me daba permiso estudiar esta bendita carrera y solamente me dio dos alternativas: estudiar derecho o medicina.
-¿Y por qué medicina?
-Quería que estudiara medicina porque toda su vida fue enfermera, quería que la superara como doctora. Me puse a pensar, y de esas dos carreras, la más afín al periodismo era Derecho… Así es que nos fuimos a vivir a Guanajuato. Hice el examen en la Universidad de Guanajuato para estudiar Derecho, mientras estaba haciendo el examen de admisión, mi mamá se dio a la tarea de buscar una casa y rentarla
-¿Y qué sucede cuando te dicen que quedaste aprobada?
-Me dijeron que, por ser procedente de una preparatoria de la Ciudad de México, tenía que estudiar un año la historia de Guanajuato. De inmediato, les dije que me la sabia a la perfección porque había convivido con mis primos que eran originarios de ahí, además, mi tesis de prepa la hice sobre el Festival Internacional Cervantino. De todas maneras me exigían realizara un curso propedéutico de un año… Uyy, mi mamá se puso de un genio que los mando al carajo… Y yo seguía aferrada que quería estudiar periodismo.
-¿Se había convertido en la peor mamá del mundo?
-Ja, ja, ja, no era para tanto, pero me decía que, de periodista, me iba a morir de hambre… Total, nos regresamos a la Ciudad de México y me di a la tarea de buscar una escuela en derecho que me permitiera titularme a la brevedad, no me importaba que fuera una escuela “patito”. Vi que en la UAM Azcapotzalco había la carrera de Derecho en tan solo tres años…
-No cabe duda que eres una auténtica guerrera…
-No lo pensé ni un minuto más, hice mis cuentas: “Son tres años, le entrego el titulo de Derecho a mi mamá y me pongo a estudiar periodismo, pero ya tendría una base con Derecho. Me voy a la UAM Azcapotzalco y para mi mala suerte…
-¿Te embarazaste?
-¡Nodo! sino que me tocó la huelga de un año, pero de todas maneras iba a la UAM. Curiosamente, en ese año aprendí a bailar salsa con todos los compañeros del tronco común de ciencias sociales… Hum, me acuerdo de Luis Enrique Gómez Peredo y Teresita de Jesús Bonilla Trujillo, amigos que sigo cultivando.
-Pero si eras una momia que no hablabas con nadie y sin amigos…
-Ja, ja, ja, con decirte que tenía dos pies izquierdos. En ese año de huelga, veíamos las banderas rojinegras y nos íbamos a bailar a la casa de alguno de ellos. Todos, pero todos, vivían por los rumbos de El Rosario y Azcapotzalco.
-¿Se armaba la “pachanga”?
-Nada más ponían la grabadora a todo volumen y todo era bailar…
-¿Se aventaban sus chelas?
-No, ni siquiera hacíamos eso y ya estábamos en la universidad…
-No me digas que puros refresquitos y aguas frescas…
-Pues sí, puros refrescos y agua de sabor que preparaban entre todos… Por cierto, una de las hermanas de mi mamá, que se encargó cuidarme desde niña, porque mi mamá trabajaba hasta de noche en el hospital, esa tía, fumaba que daba miedo, se llevaba diariamente dos cajetillas de cigarros para poder aguantar toda la noche, inclusive, cuando estaba en casa y pasaba al baño, se llevaba la cajetilla de cigarros. Fumaba y fumaba, antes de irse a trabajare, mientras tomaba un café, para hacer la comida era otro cigarrito.
-¿Acabó con cáncer?
-Cuando le detectan cáncer de colon, ese cáncer venía del pulmón y ya se había propagado al colon a causa del cigarro. Se murió mi tía en tan solo tres meses… Mi tía, era como mi segunda madre, se había encargado de cuidarme -Súbitamente, Maru Rojas me pide que hagamos una pausa, trata de mitigar el llanto, limpiando las lágrimas de sus ojos con la palma de su mano izquierda-
-En la universidad, ¿sí te fuiste de “pinta”?
-¡Nunca!, nunca supe lo que era irse de “pinta”… ¡te lo juro por mi madre!!
-A lo mero macho, ¿fuiste muy “ñoña”?
-Sí, fui mucho muy “ñoña”, pero muy “ñoña…”
-¿Ni un chamaco con quien fueras al cine o te hiciera “piojito”?
-Nunca tuve pareja, sino hasta que terminé la universidad. Imagínate… ¡mucho menos en la prepa!!
-¿No te daba envidia cuando escuchabas a tus compañeros que se iban a la disco y que fulanita había llegado borracha o que se había quedado a dormir con el novio?
-La verdad si, pero no podía hacer nada porque mi mamá no me daba permiso
-¿Ni cuando los chicos te “echaban los perros”?
-Mi querido Edmundo, ¿Sabes qué fue lo que aprendí en la Universidad?…
-¿Qué…?
-Que para que los chicos me echaran los “perros”, necesitaba ser mucho muy femenina, y yo, era lo que menos me preocupaba, no me arreglaba ni me ponía toda guapa para gustarle a los chicos…
-¿Eras “despistada” o muy canija…?
-Ja, ja, ja, que decente eres…. ¿te refieres a que si era cabrona con los chicos? Ja, ja, ja, me encanta tu decencia. Era más bien, de las chicas “castrosas”, de las que daban mucha lata… ¡eso sí!!
-¿Relajienta o “mustia”?
-Por supuesto que me encantaba echar relajo, hacerles bromas tanto a chicas como a los chicos. Vamos, me divertía a lo lindo y me reía muchísimo. Me ponía a platicar en la clase y más aún, hacer enojar a los maestros, hasta me daba risa cuando me castigaban…
-¿Cómo te castigaban?
-Me sacaban del salón por estar hablando con los demás, a cada rato interrumpía la clase.
-No cabe duda, lo tuyo es la comunicación…
-Sí, me encanta hablar y hablar. Al grado que mi mamá me cuenta que, una vez que me caí de la azotea por andar de traviesa, a los ocho años de edad, me internaron porque creían había tenido fracturas en el cráneo, afortunadamente, solamente mi mano derecha resultó con una fractura, eso sí, con la cara morada por el golpe y sin poder cerrar el párpado del ojo derecho y sin poder dormir, me la pasaba viendo todo lo que sucedía en la sala de urgencia del hospital, al grado que cuando llegaban los médicos a revisar a otro niño, se sorprendían cuando les hablaba con términos médicos que había aprendido con mi mamá.
-A lo mero macho, ¿te hubiera gustado seguir la carrera de medicina?
-Fíjate que todavía me encanta, ¿pero sabes por qué no la estudie?… ¡por los horarios!!
-Los periodistas tampoco tenemos horarios fijos…
-¡Exacto!!, dime que periodista no ha pasado noches enteras afuera de un hospital, sobe todo, cuando me tocó reportear el estado de salud de don Fidel Velázquez cuando se iba a morir.
-¿Cuál fue tu primera guardia nocturna de reportera?
-Cuando ingresé al IMER, me dejaron estar al pendiente de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, hasta las cuatro de la mañana se estaban dando a conocer dichos resultados…
-Ja, ja, ja, y te quejabas de los horarios de la carrera de medicina…
-Exacto, dice el dicho que nunca digas: “de esta agua no he de beber, porque ahí te ahogas…”Como reportera, siempre me propuse tener vida familiar y resulta que nuestros horarios son peores y sin dinero en las bolsilllos
-¿Los reporteros somos unos muertos de hambre?
-A lo que se refería, es que no había quien me apoyara y sin contar con muchas oportunidades de trabajo…
-¡No le saques…!! ¿Un reportero se muere de hambre?
-Sí, desgraciadamente sí, mucho más, si no le apasiona esta bendita actividad. Es que los salarios que percibe un reportero son raquíticos y no te alcanza para llevar de comer a la familia ni ofrecerle una vida decorosa. Sí, sí, de reportero sí se muere de hambre…
-¿El periodismo no es un negocio redituable?
-No, desafortunadamente no, tú lo sabes perfectamente. Es lo mismo que les digo a todos mis alumnos… ¿Quién esté aquí pensando que en el periodismo tendrá un negocio y que los haga millonarios?… ¡vayan pensándole por otro lado!!
-El periodismo, ¿El patito feo” de las demás profesiones?
-Desgraciadamente, en el periodismo no se puede vivir de puras satisfacciones. Lo veo claramente con mis primos que son destacados médicos que le talachean a su chamba y les resulta muy bien remunerada, y vaya, sin importar que a veces no duerman bien por alguna emergencia médica…
-Insisto, en el periodismo tampoco hay horarios…
-Tienes mucha razón, hay algún accidente, un incendio, un temblor o algún hecho trágico y ahí tenemos que estar al pie del cañón, pero cuando ves las ganancias de los otros profesionistas, vamos, lo que cobra un médico no se compara con nada a lo que ganamos en un medio… ¡nunca jamás en la vida…!!
-A lo doctores, ingenieros, arquitectos, en fin, a todos ellos sí los respetan, mientras que, a los periodistas, desde Palacio Nacional, todos los días los insultan, humillan y amenazan…
-Tienes toda la razón, en cualquier profesión, abogados, contador, médicos y arquitectos son respetados absolutamente: “Es el señor doctor”, “es el señor contador”, “es el señor arquitecto”, mientras que a los periodistas nos dicen de todo: vendidos, pinches mentirosos, amarillistas…
-A lo mero macho, no me queda nada claro… ¿Por qué eres periodista si en tu casa no había ningún antecedente de ello?
-Así de sencillo, porque me encanta hablar. Siempre estuve segura de ello y dedicarme a la radio…
-¿Y la tele?
-Lo de trabajar para la tele se dio de manera automática porque nos obligan hacerlo así. Surge Telefórmula y vaya que es impresionante la penetración que tiene en el auditorio, aunque debo confesar que todavía estamos en pañales, es decir, no nos podemos comparar con ninguna otra televisora, ya sea Televisa o TV Azteca.
-¿Telefórmula, es una extraordinaria y eficiente radio en la tele?
-Qué bonita definición acabas de hacer, se las voy a compartir con mis compañeros…
-¡Nadie es perfecto! Televisa empezó como Televicentro, luego, como Telesistema Mexicano… TV Azteca, primero fue Canal 13 y luego Imevisión…
-Telefórmula es radio en la tele porque todavía no cuenta con una gran producción, pero todo se logra paso a pasito.
-¿Qué tiene de fantástico o mágico tu trabajo en la radio?
-¡La inmediatez! fue por eso que, al concluir mi carrera, de volada fui a pedir chamba al IMER
-Maru, tu carrera periodística la comenzaste cubriendo la fuente presidencial de Vicente Fox, ¿Recuerdas agresiones tan perversas en contra de los periodistas como hoy sucede?
-Fíjate que no, aunque Martha Sahagún decía que los periodistas mentíamos y pretendíamos “satanizar” a Fox, cosa que jamás ocurrió, te digo que no era cierto porque, desde gobernación, cubrí toda su administración… Ni con Fox hubo un ataque tan perverso en contra de los periodistas como ocurre hoy desde “las mañaneras”
-¿Había una libertad de expresión condicionada?
-Decíamos nada más poquito de lo mucho que podríamos haber dicho, que un ranchero quisiera tomar las riendas de un gran país…
-¿Nuestra noble profesión se ha ido degenerando?
-Sí, lamentablemente sí. Antes, a los periodistas los calificaban como el prestigiado cronista de una ciudad, pero, hoy, se ha ido degradando. Eso sí, los periodistas tenemos la culpa de todo. Fíjate que llegue a pensar que cuando terminara el sexenio de Fox todo iba cambiar y regresaríamos a ser el Cuarto Poder…. ¡No! sino que la cosa ha empeorado.
-¿Hoy en día, es delito ser periodista?
-Cuando alguien me pregunta: ¿A qué te dedicas?…
-¿Qué les dices?
-Simplemente, que trabajo en Radiofórmula, pero no les digo que soy periodista…
-¿Te da miedo decir que eres periodista?
-Es que todo depende en dónde y a quién se lo digas. Una vez, mi hijo Adrián me dijo en unas vacaciones… “Nos corretearon horrible en la Ibero, a los que cubríamos a Peña Nieto y hasta nos querían golpear” Volteo a verlo y le digo: ¡Ni sabes de lo que se trata esa historia!! Eso me lo decía mientras leía la playera de un reportero
-¿los reporteros somos hijos de la mala vida?
-¡Totalmente! y también se lo digo a mis alumnos…
-¿Hijos de la mala vida o masoquistas?
-Pues ambas cosas…
-Quienes lean esta entrevista dirán que si no te gusta ¿por qué sigues como reportera?
-Sigo aquí, porque es lo que me apasiona. Pero tampoco es un buen negocio, son cosas muy diferentes. ¡Ser periodista no te hace millonario…!!
-¿A lo mero macho, ya dejamos de ser el célebre Cuarto Poder?
-No, y lo que es peor… ¡ya nadie nos respeta!!
-No desanimes a los chicos y chicas que quieren estudiar ciencias de la comunicación…
-Si lo hacen por una verdadera pasión y vocación… ¡adelante!!
-Si volvieras a nacer ¿De nuevo serías periodista?
-¡Claro que sí!!
-¿Un periodista nace o se hace?
-Un periodista nace…
-¿…A lo mero macho?
-Puede no haber estudiado periodismo o ciencias de la comunicación, pero si posee esa vocación, en donde quiera la va a desarrollar a la perfección. Yo no pienso que un periodista se haga. Ya te lo dije, me encantaba entrevistar desde muy chiquita, hasta quise hacer ese mismo ejercicio como tesis en la preparatoria. Quería que toda la comunidad universitaria supiera lo que era el Festival Internacional Cervantino, desde el punto de vista de una reportera y de la misma prepa.
-¿Como las gallinas que ponen un huevo y empiezan a “cacaraquearlo”?
-¡Exacto! que mis propios compañeros supieran lo que estaba haciendo, era todo un reportaje y una vivencia de lo que era el Cervantino…
-¿Incluyendo los borrachos en el Callejón del Beso y lo que sucede alrededor de este magno evento…?
-No, eso de los borrachos no. Sino de cómo, los niños de tan solo cuatros años, demuestran sus habilidades por la música y otras expresiones artísticas y culturales. Además, saben diferenciar a la perfección entre un Ballet Bolshoi, un Ballet Folclórico de Amalia Hernández o un Ballet Africano. Así como también, conocen todos los tipos de danza porque la cultura llega a las calles es gratuita…
-¿La cultura origina otro tipo de sociedad?
-¡Eso es elemental!!
-¿Oye, y qué sucedió cuando desaparece la huelga de la UAM?
-Pues me pongo las pilas, empiezo con el tronco común con materias de sociología, administración, ciencias políticas y derecho. Pero cuando llego al tercer trimestre, me separan de las otras carreras y empiezo a llevar introducción al derecho y derecho comparativo… La cabeza se me hacía pelotas.
-¿Se te derrumbaba tu sueño de ser abogada para “cumplir” el mandato de tu mamá?
-Debo admitir que la UAM es mucho muy práctica, desde el primer trimestre exigían que debería acudir a los juzgados, para esto, mi mamá me mandaba con un amigo que tenía y que era abogado. Total, llegábamos a un juicio de divorcio, me exigía que estuviera atenta a lo que iba a suceder.
-¿Eras testigo de los “arreglos” a los que se llegaban?
-¡SÍ! veía como le entregaban un fajo de billetes al juez, el que le daba más lana, era quien ganaba el caso…
-¿Y tú, qué le dijiste?
-¡Ni madres! yo no quiero estudiar esto, bola de corruptos.
-Hubieras sido una abogada muy fregona…
– No, no y no, cuando yo no me defiendo ni a mí misma. ¡Qué asco! era dinero para todo, para el secretario de acuerdos, para el de las copias. Ahí fue cuando entendí por qué es que los juicios cuestan un dineral. ¡No era lo mío!!
-¿A empezar de nuevo?
-Gracias a una prima que trabajaba en la Lotería Nacional, todos los días me contaba de un compañero de trabajo, Iván Godoy Hernández, quien estudiaba diseño gráfico en la UAM Xochimilco, por cierto, era el único plantel que ofrecía la carrera Ciencias de la Comunicación, en chinga, le dije a mi prima que me interesaba hablar con su amigo y me orientara cómo ingresar a la UAM Xochimilco…
-¿Por qué escogiste periodismo político?
-Es que yo no podría ser reportera de deportes, mucho menos, de finanzas, incluso, con mi círculo de familiares y amistades comencé a desarrollar el tema sobre política y les explicaba, por qué, quería dedicarme al periodismo político
-Los reporteros de finanzas llevan una vida mucho muy cómoda…
-Pues será el sereno, pero se tienen que levantar a las cuatro de la mañana, ir a todos los desayunos hasta el otro lado de la ciudad.
-¿Tú eres madrugadora o se te pegan las cobijas?
-Un día, me dijo Enrique Campos que iba a pasarme a finanzas y le respondí de inmediato… “Si es una orden, la acato sin más ni más”, pero si me estás preguntando ¿si me gustaría estar en finanzas?… ¡Por supuesto que no!!
-Dicen que los tiempos de Dios son prefectos…
-Fíjate que sí. Resulta que mi vecino de departamento en Villa Coapa, arriba del mío, era Pepe Garduño, quien se desempeñaba como director de deportes en Imevisión -hoy TV Azteca- Coincide que voy a la UAM Xochimilco para realizar los trámites e ingresar a la carrera Ciencias de la Comunicación y me informan que esa carrera estaba saturada y que la única posibilidad que tenía, era que algún medio de comunicación me extendiera una carta compromiso de empleo para asegurar mi cambio de unidad y de carrera (Recuerda que inicialmente iba por Derecho), para no perder el año que había cursado en el tronco común…
-¿Y qué hiciste?
-Voy, toco la puerta del departamento de mi vecino y sin que mi mamá se enterara, le digo: “Jefe, necesito una carta… No le estoy pidiendo chamba ni que me la vaya hacer efectiva cuando termine mi carrera… ¡Nunca!! Con la cara, todo sorprendido, me dice: ¿Entonces cómo te puedo ayudar?
-Y le respondo- “Sólo quiero que me de una carta donde diga que me conoce y que al terminar la carrera, tendré una chamba asegurada y me lo garantice por escrito, le juro que jamás iré a pedirle chamba, además, los deportes ni me gustan…” Veo en su cara una sonrisa y me pide esperara un momentito. Me entrega la carta y me voy para mi casa.
-Que mujer tan inteligente eres….
-¡Bájale! ya tenia todos los documentos completos, al día siguiente, sin pérdida de tiempo, me voy a la UAM Xochimilco y entrego mis papeles. Para mi sorpresa, al otro día, me llaman de la UAM y me dicen: “Eres una hija irresponsable pero estás aceptada, hasta me dieron el número de grupo y horarios…
-¿Por qué te dijeron que eras una hija irresponsable? ¿Hasta allá había llegado tu fama?
-Resulta que el señor Garduño, mejor conocido como “El Venado” Garduño, un especialista en ciclismo, había cubierto todas las vueltas ciclistas en nuestro país…
-¿Qué es lo que había puesto en la carta de recomendación?
-Decía así: “Mi hija Maru, por fin, entendió que el periodismo no es cosa de herencia, sino que se lleva en las venas. Lo de ella, es el periodismo y siempre le ha gustado y la chamba la tiene asegurada conmigo y no porque sea mi hija”
-¿Por qué puso que eras su hija?
-No lo sé, además, ni siquiera coincidían los apellidos. Le salió de corazón. Me presentó como su hija. ¡Nadie hace eso!! Me quedé sumamente admirada por su calidad humana, por lo mismo, inicié la carrera de comunicación en la UAM mucho muy motivada y entusiasmada. Asimismo, mi amigo que trabajaba en Lotería nacional, tiempo después, me presentó a Federico Reyes Heroles….
-Continuará-