Tala Clandestina, Huchicoleo de Agua y  Obras Faraónicas Afectan a los Mexicanos

A la Vuelta de la Esquina

 

*Ello, Aunado a las Sequías, la Depredación de la Selva Para Construir Trenes

*También las Reducciones Presupuestales Para Combatir la Desforestación 

IVÁN RUIZ FLORES

“El Niño” y “La Niña” tienen a México en la sed. Estos fenómenos meteorológicos aunados a las sequías y la tala de bosques en los últimos años, han dejado famélicas a las presas, pero la deforestación en México, uno de los principales villanos que actúan en contra de la suficiencia de agua, sigue su marcha sin que nadie la frene.

Desde el máximo poder de la nación, lamentablemente, se impulsó la tala, por ejemplo, en la construcción del Tren Maya que acabó al menos con 6,659 hectáreas de selva, de acuerdo a un análisis realizado por la organización CartoCrítica, dado a conocer en agosto de 2023.

Y no es cualquier cosa. 

“Perder cobertura forestal implica quedarse sin servicios ambientales invaluables, como la formación y retención de suelo, la recarga de los mantos freáticos y la infiltración del agua al subsuelo. Otro problema es la degradación de los bosques, que ocurre cuando se pierde la densidad forestal y disminuyen los servicios que brindan estos ecosistemas. La degradación de la cobertura forestal no se ha dimensionado, pero podría alcanzar el mismo volumen que el de la deforestación”, resalta José Iván Zúñiga, gerente de Paisajes Forestales del World Resources Institute (WRI)”.

Pero el daño es más grave:

“Desde 2017, el presupuesto anual de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) se ha reducido significativamente en comparación con los años previos. De 2010 a 2016, cada año recibió, en promedio, 6 mil 757 millones de pesos, mientras que, en los siguientes seis años, ese presupuesto se redujo prácticamente a la mitad, 3 mil 296 millones de pesos anuales (191.5 millones de dólares al tipo de cambio vigente a fines de 2023), de acuerdo con datos de la misma dependencia. 

“Para 2023, los ingresos de Conafor se redujeron nuevamente y recibió un presupuesto de 2 mil 933 millones de pesos (170.5 millones de dólares, al tipo de cambio actual), el monto más bajo de los últimos 12 años. Para 2024, se prevé que reciba 3 mil 72 millones de pesos (176 millones de dólares, al tipo de cambio vigente)”, se agrega.

TALA CALNDESTINA Y

HUACHICOLEO DE AGUA

Pero no solamente la zona del Tren Maya ha sido devastada, sino que en Michoacán debido a los incendios forestales y al cambio de uso de suelo se perdieron 27,000 hectáreas, mientras que, en el Estado de México, sólo en 2022 desaparecieron mil 310 hectáreas de bosque, debido a la tala clandestina.

De ahí que, por ejemplo, llueva menos en esas entidades y en general en el país, al tiempo que se desarrollan en una buena parte de los estados de la República Mexicana los “huachicoleros de agua”, que no son otra cosa que ladrones del vital líquido, ya que se trata de distribuidores no oficiales, mismos que extraen el vital líquido de las tomas y llenan carros tanques para venderla por litro a los ciudadanos. 

Es el caso en una buena parte de las 18 presas de Michoacán y de las 8 del Estado de México, entre las cuales está la de Valle de Bravo y la de Villa Victoria que surten a la Ciudad de México y hoy están a menos del 50 por ciento de su capacidad.

En México, explican expertos de la UNAM, existen cerca de cinco mil presas, algunas construidas en el siglo XVI por particulares o los gobiernos estatales y federal; las más grandes son aproximadamente 220, a las cuales les da seguimiento la Conagua.

¿Cuántas de éstas en la actualidad están siendo víctimas del crimen organizado vía el huachicoleo? ¿Cuánto tiempo pasará sin que haya aplicación de la ley en esa materia?   

En el caso de la Ciudad de México la tercera parte del vital líquido proviene de presas, ha explicado Fernando González Villarreal, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM. 

Y uno pregunta, ¿cuáles otras, además de la del Ajusco es víctima de los huachicoleros?

La mayoría.

En el Estado de México, empezando el año 2024, sólo una está a su máxima capacidad: la presa Madin.

De ahí que sea creíble y reprobable que: “Entre enero de 2019 y noviembre de 2023, durante la administración de la denominada Cuarta Transformación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) registró siete mil 467 tomas clandestinas de líquido que corresponden a la infraestructura nacional hídrica”, conforme a información de Rivelino Rueda, de El Sol de México.

“Ello -añade- representa casi seis veces más de lo que reportó ese organismo entre 2012 y 2018 —en la gestión de Enrique Peña Nieto— con mil 280 puntos de robo o huachicoleo de agua potable en las 13 cuencas hidrológicas del país”.

Lo grave es que el 84% del país sufre la tala, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la cual además señala que México ocupa uno de los primeros lugares en tasas de deforestación en el mundo. Los rangos de las tasas de deforestación fluctúan entre 75,000 hectáreas cada año, a cerca de 1.98 millones de hectáreas anuales.

¿Así cuándo resolveremos el problema?

¡Nunca!

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