Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Enrarecido, sin duda, el proceso electoral.
Primero la crisis en el Tribunal Electoral del Poder Judicial que culminó la semana pasada con la imposición –desde fuera- de la magistrada Mónica Soto como presidenta.
Después y ahora, el INE.
Desde la llegada de Guadalupe Taddei a la presidencia del Instituto Nacional Electoral no ha logrado construir los acuerdos con los otros 10 consejeros ciudadanos para formar el equipo que deberá estar organizando y desarrollando los mecanismos para las elecciones de 2024.
La información rebela que los consejeros le dieron un ultimátum a la consejera presidenta para que proponga perfiles que ocupen la Secretaría Ejecutiva y demás áreas clave en el Instituto que están acéfalas desde hace ocho meses.
El polémico proyecto impulsado por los consejeros Claudia Zavala, Martín Faz y Jaime Rivera, que provocó que la sesión del viernes fuera reventada para evitar la discusión del mismo, establece que en un máximo de 30 días se deberán realizar las designaciones con perfiles que encuentren consenso entre los 11 integrantes del árbitro electoral, algo que Guadalupe Taddei no ha conseguido desde que asumió el cargo en mayo.
Es sabido que la sonorense ha intentado imponer a sus incondicionales por lo cual no conseguido los 6 votos necesarios para que sus recomendados inicien el trabajo formalmente. Ahora la Secretaría Ejecutiva, la de mayor rango responsable de la organización de las elecciones, ha estado trabajando con “encargado del despacho” sin que los consejeros se pongan de acuerdo. No han avalado ninguno de los propuestos y tampoco a los encargados, por lo cual el ultimátum vence el martes y el miércoles habrá de discutirse las nuevas propuestas.
Quienes aspiren a los cargos fundamentales, desde la óptica administrativa, serán entrevistados por los que se han opuesto y acordaron el ultimátum, con la finalidad de aceptar o rechazar después de la evaluación.
Las propuestas de la consejera presidenta, a quien se le liga con el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo y por extensión con Morena, han producido fracturas y todo apunta a que al final se nombre a quienes tengan experiencia, conozcan las funciones y no pertenezca, con fijan la Constitución y la LEGIPE, militancia partidista o haya tenido un cargo de elección popular sin abandonarlo cuando menos con dos años de distancia.
El consejero Uuc-kib Espadas, de los penúltimos en ingresar al INE en la pasada legislatura y aprobado por la mayoría calificada de ese entonces, lanzó una muy seria acusación. Dijo:
“La dinámica que esto mete al Instituto Nacional Electoral (INE) es insostenible en el mediano plazo, los promotores del acuerdo lo saben, lo cual evidencia que no planean la sobrevivencia del INE y trabajan justamente para sabotearlo”.
¿A quién beneficiaria la exigencia de que quienes ocupen los cargos de alta responsabilidad no sean de Morena o carezcan de experiencia?
Hablar de “sabotaje” es de suma gravedad, Y más el señalamiento de que quienes se oponen a las propuestas de Taddei no planean la sobrevivencia del INE sino todo lo contrario.
Taddei no ha dado señales de imparcialidad y, por el contrario, ha tenido que aguantar de pie y formalmente, las sanciones: medidas cautelares y multas ordenada por la Comisión de Quejas y Denuncias encabezada por Claudia Zavala, cuyo trabajo apegado a la legalidad ha sido reconocido por los extraños, no por los propios consejeros, entre ellos, Rita Bell y Jorge Montaño que durante un par de meses votaron en contra de todas las propuestas de Zavala.
Si en esta semana no se nombra, por consenso, el titular de la Secretaría Ejecutiva, lo recomendable es llamar a Edmundo Jacobo, quien con 12 años de experiencia, supo conducir adecuadamente dos elecciones presidenciales y cuatro federales.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada