Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
¿A qué se debe el incremento de más de 7 millones de fieles a la Virgen de Guadalupe?
Timarlo o dejarlo: a la crisis que viven. Y piden el milagro: que la superen.
Y no es solo económica. Es de sobrevivencia.
Cinco años de padecimientos de todo tipo.
Una pandemia mal atendida y que costó la vida de más de un millón de personas, aunque las cifras oficiales se fijen en cerca de 400 mil y las del INEGI apunten hacia 700 mil.
Una reducción notable en el empleo. Se perdieron miles de plazas que aún no se recuperan.
Una violencia que se incrementó y los números no mienten.
Una amenaza constante para desaparecer instituciones autónomas que “no sirven para nada” y ponen en riesgo la democracia y las libertades.
Una campaña no campaña electoral, violando todas las reglas electorales.
Una inseguridad creciente.
Una presencia criminal negada por el gobierno, que cobra derecho de piso, “impuesto” por producción de aguacate, limón, hortalizas, maíz.
Una producción inconmensurable de fentanilo, opio e importación de cocaína. Drogas que se exportan a 4 continentes y se ofertan en México sin el menor rubor.
Un lustro sin medicamentos, que aumentaron el índice de enfermos crónicos y que fallecieron.
Un lustro en el que los niños con cáncer quedaron en el abandono para sus tratamientos.
Un lustro dividiendo al país.
Un lustro atacando las instituciones.
Un lustro de corrupción, negada y descubierta por la Auditoría Superior de la Federación.
Un lustro de inflación.
Un lustro en el que la clase media se redujo y la pobreza aumento.
Un lustro de crear ejércitos de votantes mediante los programas sociales.
Un lustro de militarización.
Un lustro de obras faraónicas con costos tres veces mayores de lo presupuestado.
Un lustro buscando imponer un modelo político por el cual no votaron los ciudadanos.
Un lustro de retraso educativo.
Un lustro de calamidades.
Esos son algunos de los comentarios recogidos entre asistentes a la Basílica de Guadalupe para rendir homenaje a la Virgen en su 492 aniversario de habérsele aparecido a Juan Diego, hoy convertido en Santo y cuyos fieles se cuentan con los dedos de las manos.
Algunos sacerdotes suyos nombres pidieron mantener en privado, comentaron a este tecleador que a partir de la pandemia miles de personas regresaron a la Iglesia Católica. La mayoría de ellos para agradecer haber salvado la vida y otra importante porción para rogar por el alma de sus seres queridos que fueron vencidos por el Covid-19.
Cierto o no, la realidad es una: desde ayer y todo el día de hoy se registran ríos de gente en camino a la Basílica de Guadalupe.
¿Fiesta?
Probablemente para la Virgen, no para quienes acuden a pedir ayuda y que la pesadilla de 5 años termine.
Todavía faltan 10 meses y 19 días para despertar. Si es que hay voluntad de hacerlo mediante el voto electoral.
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