Desde febrero de 2022, Estados Unidos suministró gas natural licuado (GNL) a la Unión Europea por casi 66.700 millones de euros, unos 52.200 millones de euros más que en el año previo, indican datos estadísticos europeos. Esta diferencia se debe principalmente a que los europeos pagaron a los estadounidenses el doble por metro cúbico de gas.
De acuerdo con Eurostat, entre febrero de 2022 y septiembre de 2023 la UE adquirió de las empresas estadounidenses unos 61.000 millones de metros cúbicos de gas por 66.700 millones de euros, es decir, una media de 3.100 millones de metros cúbicos por 3.300 millones de euros al mes. Mientras tanto, en el año anterior a las restricciones económicas, EEUU suministró una media de 1.250 millones de metros cúbicos al mes por 725 millones de euros mensuales.
De este modo, el valor añadido de las medidas punitivas antirrusas para las empresas gasísticas de EEUU en el mercado europeo durante 20 meses fue de 36.000 millones de metros cúbicos. Esto costó a los europeos 52.200 millones de euros, puesto que pagaron a los estadounidenses el doble por metro cúbico de gas que antes del comienzo de la operación especial.
El 24 de noviembre, el periódico italiano Il Fatto Quotidiano escribió que la Comisión Europea había reconocido «el fracaso de las sanciones antirrusas» y el crecimiento de la economía de Rusia a finales de 2023, «triplicada al de la eurozona».
«Hasta ahora, la guerra en Ucrania y las sanciones han tenido un impacto fuerte y directo en Europa, insignificante para Estados Unidos y positivo para los demás», afirmó Vincent Mortier del gigante europeo de la gestión de activos Amundi, citado por el medio.
Además, el diario italiano destacó que, en este contexto, los europeos tienen que comprar gas dos veces más caro que antes del conflicto en Ucrania y «cuatro veces más que Estados Unidos».
Desde Rusia han afirmado en repetidas ocasiones que Occidente había cometido un grave error al negarse a comprar hidrocarburos a Rusia, y cayó en una nueva dependencia más fuerte debido al aumento de los precios. Además, siguen comprando los mismos petróleo y gas procedentes de Rusia, pero ya más caros, dado que llegan a través de intermediarios.
Anteriormente, el viceministro ruso de Exteriores, Alexandr Grushkó, declaró que las restricciones y la ruptura de los lazos económicos con Rusia ya habían costado a la UE unos 1,5 billones de dólares «según las estimaciones más cautelosas». Sputnik