Consecuencias Entre Periodistas de  “Cubrir” Crímenes y Desastres

Los Dados de Dios

 

*Hacen Falta “Chalecos Antimetralla Emocionales”

Para Periodistas

*Pero en el Zócalo Prefieren que Haya Sedicentes y no Profesionales

*Cubriendo Crímenes y Desastres Naturales en la República

NIDIA MARIN

“Los Periodistas También Sufren”. 

No, no se trata de hablar del majadero de Palacio Nacional, quien escuda sus torpezas enlodando a los autores profesionales de las crónicas, denuncias y planteamientos de los hechos de sangre sucedidos en México sobre todo desde hace poco más de cinco años, así como de los desastres, cuyo ejemplo más cercano es el caso Acapulco.

Pero sí se trata de exponer, lo que ha señalado la UNESCO, organismo que tiene muy claro que los periodistas pueden verse expuestos de manera indirecta a sucesos traumáticos cuando cubren la información de conflictos armados y desastres naturales, es decir al presenciar muertes, entre otros casos.

Precisan los especialistas internacionales que los profesionales del periodismo también pueden verse afectados por lo que se ha dado en llamar trauma “secundario” o “indirecto” por su exposición indirecta a todos los sucesos anteriores.

Hannah Storm, defensora de los medios de comunicación y salud mental explica: Sabían muy bien cómo dotar a los periodistas de chalecos antimetralla físicos, pero a menudo había una ausencia flagrante de lo que yo llamo “chalecos antimetralla emocionales”.

Y eso está ocurriendo actualmente en México, no sólo a quienes “cubren” la grave situación de inseguridad que afecta a toda la República, sino los terribles hechos tras el paso del huracán Otis sobre Acapulco y buena parte de Guerrero. 

Mientras desde el zócalo tiro por viaje se agrede a los periodistas, los organismos internacionales están preocupados, porque son ellos (los reporteros, muchos denominados “enviados”) quienes dan a conocer las graves situaciones en un país propenso a los desastres, así como las consecuencias para las personas que desarrollan este tipo de labor.

EL TRAUMA COMO

“ALIMENTO” DIARIO

Hay ejemplos, los proporciona la UNESCO, con este texto:

“No somos psicólogos, no somos orientadores, no nos han formado, pero les pedimos que revivan momentos horrorosos de sus vidas”. —Simon, veterano reportero de televisión, Trauma Reporting.

Al respecto el organismo internacional explica: 

“Al contrario que otros profesionales que trabajan con víctimas y supervivientes, la mayoría de los periodistas carece de formación acerca del modo de interactuar correctamente con personas afectadas por situaciones de trauma o angustia”.

También resaltan: “… la sensibilización sobre situaciones traumáticas consiste en impartir educación psicológica a los periodistas a fin de que comprendan la repercusión potencial de su trabajo, no solo para la persona a la que entrevistan, sino también para ellos mismos. Dicha sensibilización les ayuda a aprender y aceptar que experimentar una intensa reacción emocional (y a veces incluso física) es una respuesta humana normal ante un trauma.”

El organismo internacional, además, expone:

La mayoría de los periodistas son resilientes, pero cubrir situaciones traumáticas puede pasar factura a su bienestar mental. La Alianza ACOS y el Centro Dart para Asia y el Pacífico han elaborado una guía para editores.

“Dicha guía hace especial hincapié en el trabajo con periodistas independientes, pero sus principales recomendaciones son válidas para todas las personas que se dedican al periodismo”, precisa.

Ciertamente, tal y como lo exponen, los periodistas pueden verse expuestos de manera indirecta a sucesos traumáticos cuando cubre temas como:

-Guerras y conflictos 

-El presenciar muertes 

-El presenciar o ser víctima de agresiones físicas o sexuales 

-Detenciones o secuestros 

-Desastres naturales 

-Desastres causados por el ser humano 

-Accidentes de medios de transporte 

-Atentados terroristas

“Los profesionales del periodismo también pueden verse afectados por lo que se ha dado en llamar trauma “secundario” o “indirecto” por su exposición indirecta a todos los sucesos anteriores. Puede tener un impacto sobre ellos similar al de la exposición directa”, advierten.

Y A 10 AÑOS DEL

PLAN DE SEGURIDAD

Por cierto, explican que en los primeros diez años del Plan de Acción de la ONU sobre la Seguridad de los Periodistas y la Cuestión de la Impunidad, “se han producido mejoras significativas en la promoción de un entorno más seguro y propicio para los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, a pesar de la disminución de la libertad de prensa, la reducción de la confianza pública en el periodismo profesional y la alteración de los modelos de negocio de los medios de comunicación”.

Sin embargo…

“Pero en los últimos diez años también se han sufrido retrocesos y han surgido nuevas amenazas para la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas, que no se habían previsto cuando se concibió el Plan.

“Entre ellas se encuentran retos digitales, como la vigilancia digital, la violencia en línea y los ciberdelitos, que afectan especialmente a las mujeres periodistas, la creciente prevalencia de la desinformación e incitación al odio y el crecimiento exponencial de las tecnologías digitales, que suscitan preocupación por el uso indebido de las plataformas digitales y el papel de las empresas de Internet en la mediación de la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas”.

Tales retos, precisan, “…incluyen además el uso de demandas estratégicas contra la participación pública que a menudo se dirigen contra los periodistas para impedirles informar sobre asuntos de interés público o la creciente necesidad de proporcionar ayuda de emergencia a los periodistas tanto en situaciones de conflicto como de no conflicto. Durante el Examen Periódico Universal que se lleva a cabo en el marco del Consejo de Derechos Humanos, se evalúa la actuación de los Estados miembros de la ONU en materia de libertad de expresión y seguridad de los periodistas y de los medios de comunicación y, recientemente, se les ha dotado de herramientas para implementar buenas prácticas en este aspecto. 

“Reforzar la aplicación del plan en la próxima década exige, por tanto, abordar estos nuevos retos”, puntualizan.

De ahí que, poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas es uno de los temas más importantes y complejos de los últimos tiempos. Es una condición previa esencial para garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información para cada ciudadano.

Por ello, cada 3 de Mayo, en la ONU, se celebra el Día del Periodista. En el de este 2023 se advirtió de la situación alarmante de los ataques y las restricciones a la prensa en el contexto de la cobertura de protestas sociales (te hablan grosero de Palacio); la activación de mecanismos judiciales contra periodistas por motivos relacionados con su labor periodística sobre asuntos de interés público; y el exilio forzado, que se ha transformado cada vez más en una de las principales alternativas para enfrentar la represión en algunos países de la región”.

Por cierto, en el planteamiento de este año también se hizo hincapié “en la situación de violencia contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación durante los periodos electorales.” 

Ya estamos en esa temporada por lo que las palabras de la Unesco y de la ONU para México son clave:  

“Se quiere dar visibilidad al papel de una prensa segura y libre cuando se trata de garantizar la integridad de las elecciones y de nuestros sistemas democráticos. Lo que reafirma la obligación de los Estados de adoptar medidas eficaces para proteger a la prensa independiente y reforzar los marcos institucionales que combaten la violencia y la impunidad, y que promueven la independencia, la sostenibilidad y la diversidad de los medios de comunicación”.

Y lo dicen porque “América Latina y el Caribe son las regiones con el mayor número de ataques mortales contra periodistas, según el Informe 2022 del Director General de la UNESCO sobre la seguridad de periodistas y el peligro de la impunidad.”

Además… “Desde 1993, más de 1600 periodistas fueron asesinados por cumplir con su labor de informar al público. En nueve de cada diez casos los asesinos salen impunes. La impunidad trae consigo más asesinatos y, a menudo, es síntoma de un recrudecimiento del conflicto y del quebrantamiento de la ley y del desmoronamiento del sistema judicial”. 

DÁNDOLE ALAS A

LOS ASESINOS

Y como si hablaran de México, dicen: 

“En muchos casos, las amenazas de violencia y los ataques contra periodistas no se investigan de forma adecuada. Esta impunidad tiende dar alas a los autores de dichos crímenes, y, al mismo tiempo, tienen un efecto paralizador en la sociedad, entre ellos, los mismos periodistas. 

“La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) teme que esta impunidad dañe a la sociedad en su conjunto al encubrir graves abusos de los derechos humanos, corrupción y otros crímenes. El tipo de noticias que son “silenciadas” es exactamente el tipo de información que la opinión pública necesita conocer.”

¡Una gran verdad! 

 

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