Miles de manifestantes marcharon este 4 de noviembre por las calles principales de la capital de Estados Unidos para protestar contra los ataques israelíes en la Franja de Gaza y contra el apoyo de Washington a Tel Aviv en medio de la escalada del conflicto en Oriente Medio.
Los manifestantes rodearon la Casa Blanca y regresaron a la Plaza de la Libertad, donde se celebra la concentración desde las 14:00 horas (18.00 GMT).
La manifestación —denominada Marcha Nacional sobre Washington. Palestina libre— se ha convertido en la mayor concentración pro palestina en Estados Unidos desde que comenzaron las protestas en el país después de que Israel lanzara su ofensiva en respuesta al atentado perpetrado por Hamás el 7 de octubre, en el que murieron más de 1.400 personas, la mayoría civiles.
Ciudades de todo Estados Unidos han sido escenario de múltiples protestas multitudinarias desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hamás.
Todos los días, activistas se dirigen a congresistas para pedirles que aborden la situación e insten a un alto el fuego. Casi todos los días se celebran en todo el país concentraciones multitudinarias, a menudo con decenas e incluso centenares de detenidos.
La concentración de este 4 de noviembre fue multitudinaria, aunque todavía no hay cifras oficiales sobre cuántas personas asistieron. La gente llegaba y llegaba. Grandes grupos de personas portaron banderas palestinas y pancartas.
Los organizadores dijeron que esperaban que unas 30.000 personas participaran en la concentración. Hacia las 15.00 horas (local), la concentración superó con creces su punto de encuentro en la Plaza de la Libertad. Varias calles adyacentes cerradas estaban inundadas de participantes, y cada vez llegaba más gente. Los participantes portaban pancartas en las que se podía leer: «La resistencia contra la ocupación es un derecho humano», «Detengamos el genocidio palestino», «Israel bombardea hospitales, Biden lo financia», «Biden, lo recordaremos en noviembre [de 2024)]», «Detengamos la guerra».
Entre la multitud había representantes de docenas de grupos activistas estadounidenses, como la renombrada Voz Judía por la Paz, la Coalición ANSWER y Code Pink, entre otros, así como residentes habituales de la zona y de otros estados de Estados Unidos. Muchos portaban banderas y vestían prendas tradicionales de Palestina. Otros llevaban consigo niños pequeños que hacían preguntas a sus padres sobre el acto, y el corresponsal de Sputnik oyó por casualidad a los adultos explicar por qué la gente estaba frustrada con el apoyo del gobierno estadounidense a la operación militar de Israel.
La protesta fue pacífica; sin embargo, se incrementó la presencia policial. Las calles céntricas por donde se esperaba que marcharan los manifestantes se cerraron al tráfico.
Se instalaron varias pantallas gigantes a lo largo de Pennsylvania Avenue para que la gente pudiera ver y escuchar la concentración. Las personas que no pudieron asistir pudieron ver la retransmisión en directo por internet a través de enlaces publicados por grupos activistas. Múltiples medios de comunicación internacionales cubrieron la protesta. Muchos participantes portaban banderas de países que también se oponen a los combates en Gaza, como Turquía, Túnez y Egipto.
