«Está acabado»: Netanyahu estaría perdiendo el apoyo popular en su país en medio del asedio a Gaza

En las calles de Israel y en las encuestas comienza a sentirse el malestar por la actuación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien desde el inicio de su Administración se ha vendido como un gobernante capaz de brindar seguridad a su pueblo, algo que en los hechos no es comprobable.
La figura política de Netanyahu ha atraído los reflectores de prácticamente todo el mundo por las acciones de su Gobierno contra Gaza, en represalia por los ataques del grupo palestino Hamás del pasado 7 de octubre.
Entre la población israelí es muy popular la idea de que el primer ministro es responsable del atentado más sangriento contra Israel —que dejó 1.400 muertos en el asalto— y que debería pedir disculpas.
Una encuesta publicada en el diario Maariv a finales de octubre reveló que el 80% de los israelíes quería que asumiera la responsabilidad por los fallos de inteligencia y seguridad que precedieron al ataque.
Sin embargo, hasta el momento, Netanyahu no se ha detenido a hacerlo en ningún momento, limitándose a decir que después de la guerra se harán preguntas difíciles a todo el mundo «y eso me incluye a mí».
La popularidad de su partido, Likud, que lo ha apoyado incondicionalmente en las decisiones controvertidas tomadas tras la incursión de Hamás, también se ha visto afectada y podría perder el poder.
Otra encuesta de Maariv del 14 de octubre mostró que, si las elecciones se celebraran ahora, los partidos de la oposición obtendrían una gran victoria sobre la coalición de derechas en el poder.
Solo el 29% de los encuestados dijo que Netanyahu era su primer ministro preferido, una caída pronunciada desde antes de la escalada del conflicto palestino-israelí, mientras que el 48% eligió a Benny Gantz, líder de la agrupación de centro-derecha Unidad Nacional y miembro del gabinete de guerra israelí de cinco hombres.
Ya’akov Levin ha sido toda su vida partidario del Likud, el partido de centro-derecha de Benjamin Netanyahu. Pero tras el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre, dice que no volverá a votar por él.

«Netanyahu se vendió como el Señor Seguridad y luego pasó esto», dijo el comerciante de vinos de Jerusalén al diario Financial Times. «Tiene que irse», agregó.

De acuerdo con el diario británico, el enfado es palpable en las estrechas callejuelas de Machane Yehuda, un gran mercado cubierto en el centro de Jerusalén que ha sido durante mucho tiempo un bastión del Likud y alberga la tienda de vinos de Levin.
«Bibi está acabado», dijo, utilizando el apodo que los israelíes suelen usar para su líder. «Es imposible que siga en el poder después de esto”, sentenció el comerciante de 75 años. Sputnik
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