ALBERTO F. MENA MALLÉN
¿Es un chiste señor líder macuspano de Morena?
Quiere ser aval y garantía de los trabajadores del poder judicial, con cinco años de mentiras.
¿Lleva, lo que es su administración, emitiendo mentira tras mentira y quiere que le crean?
¿Cree Usted que ha perdido credibilidad entre los mexicanos?
Muchos así lo vemos.
En sus mañaneras, con su talante que solo los chairos le hacen caso, apunta mentira, tras mentira, aunque al parecer es una estrategia de YSQ para generar odio entre los mexicanos, y destruir a la Suprema Corte de Justicia, para lograr sus ambiciones personales, pero quienes lo conocemos, por su actuación al frente del país, sabemos que se ha dedicado a engañarnos con sus afirmaciones, de las que hay muchas acumuladas en esta administración de izquierda.
Les dijo a los empleados del poder judicial que él mismo será aval y garantía para que no se les toque ni sueldos ni prestaciones cuando no los tomó en cuenta para conocer la verdad de dichos fideicomisos que quiere apropiarse para destinarlos a becas para niños pobres, pero que es más probable que los desea para canalizarlos a la campaña de su corcholata y para obtener votos electorales, además de seguir recolectando cash y lograr obtener las dos terceras partes del poder legislativo, que le permita cambiar la constitución a modo.
Hubo un intento fallido del senador Alejandro Rojas Díaz Durán -quien es suplente de Ricardo Monreal-, de lograr una comunicación con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ministra Norma Piña y los senadores, pero Eduardo Ramírez de Aguilar, presidente de la Junta de Coordinación Política de la cámara alta, de morena, afirmó que no se había hecho la invitación correspondiente, por lo que la magistrada Piña, declinó su asistencia a ese poder, aunque ya la había aceptado.
El tabasqueño se ha convertido en una figura poco creíble, tanto para diversos sectores sociales y empresariales, quienes desean que ya no continúe la dizque transformación, que se ha vuelto destrucción de instituciones y todo por ser un traidor de los mexicanos, al haberles ofrecido y prometido un cambio para beneficio de todos, pero vemos que dicho cambio, la famosa cuarta transformación, la realiza para un uso personal y de sus seguidores.
Hay promesas que no se cumplieron, -muchas-, como el de que no derrumbaría árboles en la construcción del Tren Maya y qué pasó, se talaron más de 10 millones de árboles, cuya madera se desconoce a dónde fue a parar, ya que cualquier obra que tiene a cargo este gobierno, particularmente la Defensa Nacional, está sin transparentar, en lo oscuro de la información, que se guarda como si fuera un secreto de estado, cuando se ocuparon recursos públicos de todos los mexicanos. Siempre se argumenta que el no proporcionar datos es de seguridad nacional.
También prometió que sacaría al Ejército de las calles y qué pasó, creó la Guardia Nacional con la desaparición de la policía federal y con miembros del ejército y ahora quiere incorporarlos legalmente a la Sedena, aunque en la realidad ya pertenecen a esta institución, -ya que ahí los capacitan-, lo que no ha logrado hasta la fecha, pero lo seguirá intentando de una u otra manera.
Incluso, desde adentro de su partido, hay profundas diferencias entre sus ocupantes, como sucedió con la diputada federal Adela Ramos Juárez, quien acusó a miembros de la dirigencia nacional de Morena de violencia de género y discriminación porque quieren eliminarla del padrón de dicho instituto político al opinar en contra de los nuevos materiales didácticos o libros de texto. Por ello, presentó una denuncia ante el Instituto Nacional Electoral y ahora es miembro del PAN, donde fue bien recibida. Ni los morenos le creen por mentiroso.
Las consecuencias de nombrar a funcionarios a modo, como sucedió con la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), -y que muchos no le creímos que fuera democrático su nombramiento-, María del Rosario Piedra Ibarra, a quien le renunció todos sus consejeros ante la falta de profesionalismo de la titular ya que pasó por encima de ellos en sus decisiones, -donde se ha visto esto-, y que ahora tiene este gobierno, un conflicto más que atender.
También, se ha puesto de aval de presidentes violadores de derechos humanos como Nicolás Maduro, de Venezuela y de Miguel Díaz Canel, de Cuba, con quienes se reunió en la Cumbre sobre Migración, -de represores, la nombraron migrantes en México-, realizada en Palenque, a quienes ha invitado en varias ocasiones para celebrar eventos nacionales y a quienes si creen que puede ser su aval, ya que en la próxima cumbre del Pacífico a celebrarse en noviembre, en California, Estados Unidos YSQ abogará nuevamente por Cuba.
Igualmente, es el aval de sus familiares y amigos a quienes a exonerado de triquiñuelas que han cometido y a quienes protege a como dé lugar, cuando deberían ser juzgados por las ilegalidades en contra del gobierno y del erario nacional y que disfrutan como reyes los recursos mal habidos y muchos de ellos los presumen en redes sociales.
Un grupo muy importante que recibe el aval del tabasqueño es el de los narcos, quienes matan a diestra y siniestra en todo el territorio nacional y no pasa nada, la impunidad sigue latente en miles de casos de violencia y muerte con el plan de este sexenio de abrazos y no balazos, lo que es aprovechado por estos delincuentes que transitan por todo el territorio nacional sin que autoridad alguna intervenga.
El pasado 23 de octubre, hubo 24 muertes, 13 policías, entre ellos y una madre buscadora, quienes pagan las consecuencias de un programa de seguridad federal que hasta la fecha no ha servido para proporcionar paz y tranquilidad a los mexicanos quienes tienen una alta precepción de inseguridad porque no hay autoridades que vean por los ciudadanos. Muchas de ellas continúan culpando a las pasadas administraciones de dicha inseguridad.
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